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El Verdadero Musulmán Tiene Una Inclinación Natural Hacia La Bondad Y La Fidelidad

El Islam infunde en sus seguidores las características de bondad y fidelidad hacia los amigos, incluyendo a los amigos de nuestros padres como ya lo hemos citado en el capítulo 3 ‘El musulmán y sus padres’. Así, el verdadero musulmán aprecia el valor de la fidelidad, y el valor de los lazos de hermandad y amistad. Los libros de nuestra herencia islámica están llenos de ejemplos de bondad y hermandad que los Salaf aplicaban en sus vidas cotidianas para poder ser ‘los mejores de la humanidad’. 

Un ejemplo es el Ĥadîz narrado por Muslim en su Saĥîĥ de Ibn ‘Umar (R) en que el Profeta (B y P) dijo: 

"El mejor tipo de bondad (Birr) es que una persona se relacione con respeto con los amigos de su padre". 

‘Abdullah Ibn Dînâr narró que él y ‘Abdullah Ibn ‘Umar (R) se encontraron con un beduino en el camino a Makkah. ‘Abdullah Ibn ‘Umar lo saludó, lo sentó en el asno que estaba montando y le dio el turbante que llevaba. Ibn Dînâr dijo: Nosotros le dijimos: ¡Qué Allah te guíe! Él es sólo un beduino, y la menor cosa lo complacería. ‘Abdullah Ibn ‘Umar dijo: Este hombre era un amigo de ‘Umar Ibn Al Jattâb, y he oído al Profeta (B y P) decir: "El mejor tipo de bondad (Birr) es que una persona se relacione con respeto con los amigos de su padre". 

El Profeta (B y P) nutría las almas de los musulmanes y plantaba las semillas de la fidelidad en ellos siempre que encontraba una oportunidad para contarles algo de su guía. Un hombre de la tribu de Banû Salamah le preguntó: ¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Qué puedo hacer para beneficiar a mis padres después de su muerte? Él le dijo: "Orar por ellos, pedir que Allah los perdone, cumplir sus promesas, mantener el contacto con sus parientes, pues no tienes parientes sino a través de ellos, y respetar a sus amigos".[1] 

El cuidado del Profeta por mantener la fidelidad en la amistad era algo que perturbaba a ‘Â'ishah (R), porque él lo extendía a los amigos de Jadîyah, y ‘Â'ishah sentía celos. Esto está claro en las palabras de ‘Â'ishah

Nunca me sentí tan celosa de las esposas del Profeta (B y P) como de Jadîyah (R), aunque nunca la había visto. Él frecuentemente la mencionaba, y a veces sacrificaba una oveja, y enviaba carne a sus amigas. Una vez le dije: Es como si no existe ninguna otra mujer en el mundo excepto Jadîyah. Él dijo: "Ella era así y así, y yo tuve hijos con ella".[2] Según otra narración: Él sacrificaba una oveja, y le enviaba a sus amistades una cantidad considerable de esa carne. 

Esta incomparable relación de amistad islámica se extiende a los amigos de nuestros padres difuntos y esposas. Entonces ¿qué hay sobre nuestros propios amigos íntimos que están vivos? 

Uno de los requisitos del amor, la sinceridad, la bondad y la fidelidad, según el Islam, es la ayuda a un hermano en todas las circunstancias. Si está en lo correcto, entonces él debe ayudarlo, apoyarlo, estar a su lado y defenderlo; y si está equivocado, entonces él debe corregirlo, aconsejarlo y salvarlo de que siga en lo incorrecto. 

Esto es lo que el Profeta (B y P) dijo en un Ĥadîz

"Ayuda a tu hermano, ya sea se encuentre oprimido o sea un opresor. Si es un malhechor debes detenerlo, y si es un oprimido debes defenderlo".[3] 

El verdadero musulmán no abandona a su hermano, ya sea un malhechor o una víctima de la injusticia. El Islam le enseña a querer para su hermano lo que quiere para sí mismo, entonces no le gustaría ser un malhechor o que le hagan daño, por eso tampoco quiere esto para su hermano. Si su hermano es una víctima de la injusticia, él está a su lado, lo apoya y lo defiende, y si es un malhechor lo detiene para que no siga haciendo el mal. Ésta es de hecho la verdadera sinceridad y la verdadera bondad. Éstas son dos cualidades que distinguen al verdadero musulmán en todas las épocas y lugares.


[1] Transmitido por Abû Daûd, Ibn Mâyah e Ibn Ĥibbân en su Saĥîĥ
[2] Transmitido por Al Bujâri y Muslim
[3] Transmitido por Muslim
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