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Lailatul Qadr (La Noche Del Decreto): Una Noche Mejor Que Mil Meses

Hadith Número Dos

 

Anas (radialláhu 'anhu) narra que: "En cierta ocasión, al comienzo de Ramadán, el Mensajero de Alláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "Un mes ha llegado a ustedes, en él hay una noche mejor que mil meses. Quien esté privado de sus bendiciones estará privado de todo bien, y ninguno está privado de su bien, excepto, quien esté totalmente perdido."

 

Comentario

 

Quién podría tener alguna duda acerca de la desgracia de una persona que se priva a sí misma de los grandes beneficios de Lailatul Qadr (de hecho, aquí pueden haber muchos de nosotros). Hay personas que debido a su trabajo, permanecen durante todo el año despierto en las noches, ¿Qué dificultad habría para estas personas en permanecer despierto durante las noches de este mes, para dedicarse a la adoración de Alláh Tá álá y ganar la recompensa de ochenta años de 'ibádah?

 

Para ellos, esta tarea no debe ser tan difícil, pero debido a su escaso interés, no sienten la necesidad en el corazón, si la tuvieran, no sólo serían capaces de levantarse una noche, sino que muchas y les sería muy fácil hacerlo.

 

"TODO ES IGUALMENTE BUENO EN EL AMOR,

SEA JUSTO O NO,

EN TODO HAY PLACER

SI HAYPLACER PARA EL CORAZÓN"

 

Esta necesidad y deseo debemos de crearlo, después de todo, existió una buena razón para que Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) realizara prolongadas oraciones hasta que sus pies se hincharan, incluso, a pesar de las buenas noticias y promesas que Alláh Tá álá le había dado. Nosotros decimos que somos sus seguidores.

 

Aquellos que realmente valoraron estas oportunidades de `ibádah, hicieron lo que fue necesario para dar un ejemplo a esta Ummah. No dejaron ningún lugar para las críticas o vacilaciones diciendo: ¿Quién podría hacerlo mejor? ó ¿Quién podría tener la capacidad de seguir estos ejemplos? Esta es una cuestión de convencer al corazón, para aquellos que desean hacer algo, hasta las más difíciles cuestiones no presentan ningún problema. Esto sólo se puede dar permaneciendo junto a un verdadero Sheij.

 

"SI UN CORAZÓN SUFRIENTE DESEA,

SIRVE A LOS POBRES,

ESTA JOYA NO SE ENCUENTRA

EN LOS TESOROS REALES."

 

Veamos los ejemplos de algunos ilustres hijos del Islam. Uno de ellos fue 'Umar (radialláhu 'anhu), quien después de hacer su oración de 'ishá, solía volver a su casa y quedarse en oración durante la noche hasta que oía el adhán del fayr. También tenemos el ejemplo del piadoso jalifah 'Uthmán (radialláhu 'anhu) quien, después de haber ayunado durante todo el día, solía quedarse toda la noche rezando en saláh, además de dormir un poco durante el primer tercio de la noche. Se sabe que él recitaba el Corán completo durante la noche en el primer raka'ah. En el "Ihyá `Ulúmud-Din" del imám Gazáli (rahmatulláhi 'aleihi), Abú Tálib Makki menciona a cuatro hombres de entre los tábi'i (personas que vieron a los sahábah (radialláhu 'anhum), en estado de imán y que murieron en estado de Imán), quienes solían hacer el saláh del fayr con el mismo wudú con que habían rezado el ‘ishá. Esto ha sido relatado por muchos narradores auténticos.

 

Shaddád (radialláhu 'anhu) fue uno de los sahábah que solía permanecer despierto durante toda la noche, yendo de un lado a otro hasta que llegaba la oración del fayr. Él decía "¡Oh Alláh! El temor del fuego de Yahannam se ha llevado el sueño de mis ojos." Aswad Bin Yazid (radialláhu `anhu) luego de dormir un poco entre el magrib y el 'ishá, solía permanecer en ‘ibádah durante toda la noche en Ramadán. Ahora, veamos a un hombre como Sa'id Ibn Musáiyab (radialláhu 'anhu) de quien se decía que rezó la oración del fayr y del 'ishá con el mismo wudú por cincuenta años. También Silah Bin Ashiam (radialláhu 'anhu) quien después de haber estado rezando durante toda la noche a Alláh Tá álá, decía, cuando llegaba el amanecer: "¡Oh Alláh! Yo no soy digno de pedir de Ti el Yannah, pero todo lo que imploro de Ti es que me salves de Yahannam."

 

Qatádah (radialláhu 'anhu) era un hombre que terminaba la recitación completa del Corán cada tres noches durante las primeras noches de Ramadán, pero en las últimas diez él lo rezaba completo cada noche. Se dice sobre el Imám Abú Hanifah (rahmatulláhi 'aleihi), siendo un hecho bien conocido, que él rezó la oración del 'ishá y del fayr con el mismo wudú durante cuarenta años. Cuando le preguntaron de donde obtenía la fuerza para hacerlo, él respondió: "Es la respuesta a un du'á que hice a Alláh Ta'álá por medio de la bendición de Sus especiales Nombres." Él sólo dormía un poco en las tardes, acerca de lo cual dijo: "En los ahádith se nos ha aconsejado hacer esto." En otras palabras, aún en la siesta de la tarde, solía seguir la sunnah. Este mismo Imám, mientras recitaba el Corán lloraba tanto, que hasta sus vecinos sentían compasión de él. Una vez lloró durante toda la noche recitando una y otra vez el siguiente versículo del Corán.

 

"Pero la Hora será su cita y ella será aún más terrible y más amarga"

(surah 54, La Luna : áyah 46)

 

Ibráhim Ibn Ad-ham (rahmatulláhi 'aleihi) llegaba al punto de no dormir en Ramadán ni de día ni de noche. El Imám Sháfi’i (rahmatulláhi ‘aleihi) solía recitar el Corán hasta sesenta veces durante la oración en los días y noches de Ramadán.

 

Además de los ejemplos que hemos mencionado aquí, ha habido innumerables almas piadosas que solían comportarse cuidadosamente respecto de los mandatos contenidos en el siguiente versículo:

 

"Y no he creado a los genios y los hombres sino para que me adoren"

(Surah Adh-Dháriyát [51], áyah 56)

 

Nada es difícil para aquellos que tienen la voluntad de practicar. Estos son los ejemplos de quienes nos han precedido, pero hoy en día hay muchos que sienten la misma devoción, sirven a Alláh Ta'álá y de acuerdo a sus propios tiempos, hacen de la noche día adorándolo. Aún en estos tiempos de maldad y corrupción, hay quienes siguen el ejemplo de Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam), la comodidad no los previene de ser diligentes en su devoción, ni tampoco los asuntos de la vida mundana.

 

El Mensajero de Alláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: Alláh Subhánahu wa Ta`álá dijo: ""¡Oh hijo de Ádam! Libera tu tiempo para Mi servicio y Te enriqueceré con independencia, Te liberaré de las necesidades y Apartaré la pobreza de ti. De otro modo Te llenaré de obligaciones y deberes y tu pobreza y necesidades no desaparecerán". Ciertamente hoy en día vemos la veracidad de esto diariamente.

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