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Las Armas Del Creyente En Su Lucha Contra El Demonio: 3) Refugiarse Y Ampararse En Allah

Las armas del creyente en su lucha contra Shaítán

3) Refugiarse y ampararse en Allah .

La mejor manera de refugiarse de Shaítán y sus aliados es ampararse y pedir ayuda a Allah contra el maldito Shaítán. Allah tiene el dominio sobre Shaítán. Si el siervo busca refugio en Él, ¿Cómo puede Shaítán perjudicarlo? Dijo Allah :

{[¡Oh, Muhammad'] Ante todo, elige perdonar, ordena el bien y apártate de quienes se comportan contigo en forma ignorante. Y si Satanás te susurra refúgiate en Allah; ciertamente Él es Omnioyente, Omnisciente.} (7: 199-200)

Allah le ordenó incluso a Su Mensajero que buscara refugio en Él de las tentaciones de los demonios y su presencia.

{Di [también]: ¡Oh, Señor mío! Me refugio en Ti de las sugestiones de los demonios, Y me refugio en Ti de su presencia.} (23: 97-98)

El Corán utilizó las palabras Hamazát Al Shaiátín, que significan las insinuaciones, tentaciones y engaños. Allah nos ha ordenado que busquemos el refugio en Él contra Shaítán, porque es nuestro enemigo declarado, y jamás se acercará para beneficiarnos. Sólo desea y se esfuerza por conseguir la perdición del ser humano, debido al intenso odio que siente por nosotros.

Dijo Ibn Kazir, en su comentario del Corán:

"Buscar el refugio es confiar los asuntos a Allah acudir a la protección de Allah y recurrir a Él ante cualquier mal posible. El significado de la frase 'Busco refugio en Allah del maldito Shaítán' es buscar amparo en la protección de Allah de Shaítán, para que éste no pueda causar daño en la religión, ni en la vida mundanal. Buscar el refugio en Allah de Shaítán para que no impida realizar aquello que se nos ordena o para que no incite a cometer algo prohibido. Asimismo, nadie detiene a Shaítán de susurrar a la persona sino Allah . Allah nos ha sugerido que evitemos el mal que existe en los demonios humanos de una manera amable, a fin de lograr que su naturaleza pura el impida dañar a los demás. Pero ordenó que nos refugiáramos en Allah de la maldad de los demonios de entre los genios, ya que éstos no se apartan con solo un trato amable. Su naturaleza es maligna y la única fuente de ayuda contra ellos es su Creador ".

El Profeta solía refugiarse en su Señor de Shaítán, de maneras distintas. Después de la súplica de apertura de la oración (Salát) decía: "Busco refugio en Allah el que todo lo oye, el que todo lo sabe, del maldito Shaítán, de su instigación (hamaza), su arrogancia y su incitación".

Lugares y momentos en donde debe buscarse el refugio en Allah

a) Al ingresar al baño

Cuando se ingresa al baño, hay que buscar refugio en Allah contra los demonios masculinos y femeninos. Se transmite en Bujári y Muslim que Anas Ibn Málik relató que siempre que el Profeta se dirigía al excusado decía:

Alláhumma inni A'údhu bika minal jubthi ual jabáith

"¡Oh Allah! Me refugio en Ti de los demonios masculinos y femeninos".

Zaid Ibn Arqam narró que el Profeta dijo: "Esos lugares son frecuentados por los genios. Así que cuando alguno de vosotros se dirija al excusado que diga: 'Me refugio en Allah de los demonios masculinos y femeninos"

b) Buscar refugio en Allah al enojarse

Sulaimán Ibn Surad narró que dos personas se maldijeron mutuamente, mientras se encontraban sentados junto al Profeta . Uno de ellos maldecía tanto al otro que su rostro estaba enrojecido. Entonces el Profeta dijo: "Conozco palabras que si las dijera, acabarían su enfado".

A‘udhu billahi min Al Shaıtánir rayím

'Me refugio en Allah del maldito Shaítán'''. (Bujári y Muslim)

El Profeta le enseñó a Abú Bakr que dijera por la mañana y por la tarde:

Alláhumma Fátir assamáuáti uál ardi, ‘Alimal gaibi uásh shahádati rabba kullishaíin ua malíkahu, ashhadu an la ilaha illa Anta a’udhu bika minsharri nafsiu a minsharri Shaitani uashirkihi, ua an aqtarifa ‘ala nafsı su'an au ayurrahu ila Muslimin

"Oh Allah, Conocedor de lo oculto y lo manifiesto, Creador de los cielos y de la tierra, Señor de los ángeles y de todas las cosas, atestiguo que no hay divinidad sino Tu, me refugio en Ti del mal de mí mismo, del mal de Shaítán y de su idolatría, y de cometer el mal en contra de mi mismo o de acarrearlo sobre un musulmán."

c) Refugiarse en Allah antes de comenzar la relación sexual

Es de la Sunnah refugiarse en Allah antes de comenzar una relación sexual. Ibn 'Abbás relató que el Mensajero de Allah dijo:

"Cuando vayáis a comenzar la relación sexual decid:

Bismil la, Allahumma yannibna Al Shaıtan ua yannib Al Shaıtan ma razaqtana

'En el nombre de Allah. ¡Oh Allah! Protégenos de Shaítán y protege aquello que nos concedas de Shaítán'. Porque si naciera un hijo de esa relación, Shaítán jamás podría dañarlo". (Bujári y Muslim)

d) Refugiarse en Allah al entrar a un valle o morada

Cuando una persona entra a un valle o tierra extraña, es necesario que busque refugio en Allah y no en los genios y demonios que habitan el lugar, tal como hacían los árabes en la época pagana pre-islámica. Decían: "Busco refugio en el líder de este valle, de los tontos de su pueblo". Pero el resultado era que en realidad sólo magnificaban a los genios que les causaban daño. Tal como lo describió Allah en su Libro:

{Y algunos hombres de los humanos buscaban refugio en hombres de los genios con lo cual no hacían sino aumentarles su osadía en el mal.} (72: 6)

Es decir que los genios aumentaban su temor.

Pero el musulmán ha sido enseñado por el Profeta qué decir al llegar a un lugar desconocido o un valle por el que transita. Jaúlah Bint Hákim narró que el Profeta dijo: "Si alguno de vosotros dijera al llegar a un lugar desconocido:

A‘udhu bi kalimat illahi Al Tammati min sharri ma jalaq

'Busco refugio en las palabras perfectas de Allah del mal que Él creó'

Nada le causará daño alguno en ese lugar, hasta que salga de alli"

e) Refugiarse en Allah de Shaítán al oír el rebuzno de un asno

Dijo el Profeta "Si un asno rebuzna, refugiaos en Allah del maldito Shaítán". El Mensajero de Allah nos informó que cuando el asno rebuzna, es porque ha visto un Shaítán.".

f) Buscar refugio en Allah antes de recitar el Corán

Dijom Allah :

{Cuando recites el Corán refúgiate en Allah del maldito Satanás. Por cierto que él no tiene poder sobre los creyentes que se encomiendan a su Señor.} (16: 98-99)

Ibn Al Qaiem describió la sabiduría detrás de refugiarse en Allah de Shaítán antes de comenzar a leer el Corán. Dijo:

Primero: El Corán es curación y remedio para el corazón. Inhibe cuanto venga de Shaítán, ya sean sus susurros o su incitación a las lujurias y bajos deseos. Es un antídoto a lo que Shaítán siembra en el corazón. Por eso se ordena a la persona rechazar cuanto haya en su corazón que pertenezca a Shaítán. Para que la medicina encuentre al corazón libre y pueda hacer su efecto. Como dijo un poeta:

Su deseo vino a mí antes que conociera el deseo, y encontró mi corazón vació, completando su efecto.

Así cuando esta medicina eficaz inunda el corazón, lo purifica de todo cuanto pueda dañarlo, culminando su misión.

Segundo: El Corán es guía, conocimiento y rectitud en el corazón de quien lo lee, del mismo modo que el agua es fuente de energía y crecimiento para plantas. Shaítán es fuego que quema las plantas, desde su raíz. Por lo que intentará quemar toda planta benéfica que crezca en el corazón. Así es que Allah nos ha ordenado que busquemos refugio en Él de Shaítán. La diferencia entre este segundo punto y el anterior, es que el primero era para conseguir los beneficios derivados de la lectura del Corán, mientras que este segundo punto tiene como objetivo preservar y retener los efectos del Corán en el corazón.

Tercero: Los ángeles descienden donde se lee el Corán y escuchan su recitación. Tal como fuera narrado en un Hadiz en el que Usaid Ibn Hudair se encontraba recitando Corán, y vio un dosel con luces sobre él. El Profeta le informó luego: "Esos son los ángeles". Los demonios son contrarios a los ángeles y son sus enemigos. Por eso es que se ha ordenado a quien lee el Corán que se refugie en Allah de los demonios, para que así los ángeles presencien la recitación, ya que de esta manera los demonios no han de acercarse.

Cuarto: Shaítán intenta perturbar a quien lee el Corán, para que no alcance los profundos significados del Corán. El lector debe reflexionar y recapacitar sobre las palabras de Allah . Shaítán intenta interponerse entre su corazón y los significados del Corán, para que la persona no logre beneficiarse de la recitación. Por esto fuimos ordenados refugiarnos en Allah de Shaítán al iniciar la lectura del Corán.

Quinto: Quien recita el Corán se encuentra, en realidad, en una conversación íntima con Allah . Y Allah escucha con agrado Sus palabras cuando son recitadas de manera agradable y armoniosa. Sin embargo la recitación de Shaítán es la poesía y la música. Por esto quien lea o recite el Corán debe apartar a Shaítán, para mantener su conversación íntima con Allah , ya que Allah está escuchando su recitación.

Sexto: Allah ha informado que siempre que Él envía un Mensajero o Profeta, Shaítán intenta interferir en lo que éste predica introduciendo palabras o ideas que no provienen de Allah . Los sabios coinciden en que el significado de esto es que cuando el Profeta o Mensajero recita el Corán, Shaítán intenta colocar palabras en la recitación. Si Shaítán intenta esto con los Profetas ¿Qué no hará con el resto de la gente? Esta es una de las causas por qué los recitadores a veces cometen errores, o se confunden o no pueden recitar propiamente. Otras veces su mente o su corazón se confunde. Cuando comienzan a recitar, puede que encuentren alguna de estas cosas, sino todas ellas.

Séptimo: Siempre que una persona piensa en realizar un acto virtuoso, Shaítán intensifica sus esfuerzos para interponerse entre la persona y los actos virtuosos y para impedirle que los lleve a cabo. Por consiguiente, debemos buscar el refugio en Allah para que Shaítán no nos impida realizar actos piadosos.

g) Suplicar por la familia y los hijos

Ibn 'Abbás narró que el Profeta decía la siguiente oración por sus nietos, Al Hasan y Al Husain:

A’idhukuma bikalimati lahi Al Tammah min kulli Shaıtani ua hammati ua min kulli a’inil lammah

"Os refugio a vosotros dos, en las palabras perfectas de Allah, de todo Shaítán, de toda mala incitación (hámmah) y todo mal de ojo (A'in lámmah), así como vuestro ancestro Ibrahim (Abraham) suplicaba por Ismail (Ismael) e Isháq (Isaac)".

Abú Bakr Al 'Anbári dijo que hámmah también significa toda criatura viviente que pueda causar daño y que lámmah también significa toda calamidad.

La mejor y más perfecta invocación (para pedir la protección de Allah) son las dos últimas Suras del Corán (Al mu’auidhataın)

Las mejores palabras para hacer una súplica son los últimos dos capítulos (Súras) del Corán: Súrat Al Falaq y Súrat Al Nás. El Mensajero de Allah ordenó a 'Abdullah Ibn Jubaib que recitara Súrat Al Ijlás y las últimas dos Suras Al Falaq y Al Nás, tres veces por la mañana y tres veces por la tarde. Diciéndole: "si lo haces, Allah te protegerá en todos tus asuntos". En otra narración se relata que el Mensajero de Allah le dijo a Ibn Abis Al Yuhani "El mejor refugio que pueden buscar las personas, lo encontrarán en Al Falaq y An Nás". El Profeta dijo según otro Hadiz narrado por 'Uqbah :

"Las personas no encontrarán mejor refugio que: 'Me refugio en el Señor de la alborada ...' y 'Me refugio en el Señor de los humanos".

¿Qué debes hacer si Shaítán incita al pecado?

Un sabio le preguntó a su discípulo: "¿Qué harías si Shaítán te incitara a pecar?". Éste respondió: "Me esforzaría luchando en mi interior contra él". Preguntó otra vez el sabio: "¿Y si vuelve?". Y volvió a responder el discípulo: "Me esforzaría luchando en mi interior contra él". Otra vez preguntó el sabio: "¿Y si vuelve nuevamente?" Él repitió una vez más: "Me esforzaría luchando en mi interior contra él". Entonces el sabio le dijo: "Esto puede llevarte mucho tiempo. ¿Qué harías si te encuentras pasando por delante de algunas ovejas y su perro guardián empieza a ladrarte, impidiéndote el paso?" El discípulo contestó: "Intentaría asustarlo". El sabio volvió a decir: "Esto sería un proceso largo y peligroso. Pero si en cambio te dirigieras al dueño de las ovejas, él apaciguaría al perro". ¡Que gran enseñanza la expuesta en esta narración! ¡Buscar refugio y amparo en Allah es la mejor y más perfecta manera de rechazar a Shaítán y librarse de él! Esto es lo que la madre de Mariam (María) hizo cuando dijo:

{ ... Te imploro que la protejas a ella ya su descendencia del maldito Satanás.} (3: 36)

Un concepto erróneo

Algunas personas dicen: "Nosotros buscamos refugio en Allah pero igual sentimos la presencia de Shaítán, incitándonos al mal, o susurrándonos durante las oraciones". La búsqueda de refugio en Allah se parece a una espada en manos de un guerrero. Si su brazo es fuerte, ésta puede herir y matar a su enemigo. Pero si su brazo es débil, no podrá vencer a su enemigo, aunque su espada sea fuerte y filosa. Idéntico es el caso al refugiarse de Shaítán. Si la persona es piadosa y temerosa de Allah , su súplica se vuelve un fuego que quema a Shaítán. Pero si la persona es débil en su Fe, o su Fe está empañada por los pecados, esta arma apenas daña a Shaítán.

Abú Al Faray Ibn Al Yaúzi describió este hecho con las siguientes palabras:

El ejemplo de Iblîs con una persona pía y con una de Fe débil, es como el de estos dos hombres: Un hombre que al sentarse a comer su comida ve que se le acerca un perro con intención de quitársela, pero el hombre le grita y éste huye. El otro hombre cuando se dispone a comer y el perro se acerca, le grita también, pero su grito no tiene efecto. El ejemplo del primer hombre es como un hombre piadoso, que al ser acechado por Shaítán, lo espanta al pronunciar su súplica. El segundo hombre, representa a aquel cuya Fe se encuentra empañada por los pecados, cuando busca refugio en Allah , Shaítán no deja de acosarle. Nos refugiamos en Allah de Shaítán.

Por consiguiente, el musulmán que quiere seguridad y refugio en Allah de Shaítán y sus aliados debe esforzarse por aumentar y fortalecer su Fe, volviéndose a Allah su Señor, buscando ayuda y seguridad. y no hay fuerza ni poder salvo en Allah .

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