La Historia De La Creencia En Allah Como La Narra El Sagrado Corán
Allah nos relató que Él creó a Adán dotándolo de una constitución íntegra y completa, y una fisonomía bella. Luego sopló en él su espíritu dándole vida, y dispuso que morara en el Paraíso. Allí les permitió a Adán y a su esposa comer cualquier fruta que desearan menos la de un árbol, pero Satanás los sedujo y comieron de la fruta prohibida, aceptando lo que el enemigo de Allah les sugería y desobedeciendo a su Señor. Por ese motivo Allah les ordenó descender a la Tierra, comunicándoles que les enviaría Su guía, a ellos y a sus descendientes, para que todos los hombres pudieran conocer a su Señor, Su guía y Su legislación. Prometió que aquellos que respondieran a Su llamado Él les guiaría en este mundo y les recompensaría con la bienaventuranza en el más allá, y advirtió que aquellos que se ensoberbezcan y no acepten Su guía tendrán una vida mísera en este mundo, y se contarían entre los desdichados en la vida después de la muerte:
(Dijimos: ¡Descended de él [y habitad vosotros y toda vuestra descendencia en la Tierra]! Cuando sea que os llegue de Mí una guía, quienes sigan Mi guía no temerán ni se entristecerán. Y quienes no crean y desmientan Mis signos serán los condenados al fuego, donde morarán eternamente.) (2:38-39)
Allah dice en Sûrah Tâ Hâ:
(Dijo [Allah]: ¡Descended del Paraíso [y habitad vosotros y toda vuestra descendencia en la Tierra]! Seréis enemigos unos de otros. Cuando sea que os llegue de Mí una guía, quienes sigan Mi guía no se extraviarán ni serán desdichados. Mas quien se aleje de Mi Mensaje llevará una vida mísera, y el Día del Juicio le resucitaremos ciego. Y entonces dirá: ¡Oh, Señor mío! ¿Por qué me has resucitado ciego, si antes veía? Dirá [Allah]: Así como cuando te llegaron Nuestros signos los ignoraste, hoy tú serás ignorado.) (20:123-126)
La primera generación humana creyó en la unicidad de Allah y fue monoteísta
Luego de que Adán descendiera a la Tierra, Allah constituyó con sus descendientes una nación que creyó en la más pura unicidad de Allah. Dice Allah :
(Era la humanidad una sola comunidad...) (2:213) Todos creían en la unicidad de Allah y Le rendían culto sincero. Luego discreparon (...y envió Allah a los Profetas albriciadores y amonestadores, y les reveló los Libros Sagrados con la verdad para que juzgaran a los hombres acerca de lo que discrepaban...) (2:213)
Abû Umâmah narró que un hombre le preguntó al Profeta : ¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Adán era un Profeta? Y él respondió: “Sí, y él habló con Allah”. El hombre preguntó: ¿Cuánto tiempo transcurrió entre Adán y Noe? Y él respondió: “Diez siglos”.[1]
Fue registrado en Sahîh Al Bujâri que Ibn ‘Abbâs dijo: “Entre Adán y Noe transcurrieron diez siglos, y durante todo este tiempo los hombres tuvieron una vida de sumisión a Allah”.[2]
Si un siglo son cien años, entonces el tiempo transcurrido entre Adán y Noe es de mil años. Pero este período entre un Profeta y otro puede haber sido mayor que mil años, pues Ibn ‘Abbâs precisó que hubo diez siglos de Islam y ello no niega la posibilidad de que haya habido entre ambos otros siglos durante los cuales no se practicó el Islam.
También cabe la posibilidad de que estos diez siglos signifiquen diez generaciones. Allah dice:
(Así es como hemos destruido a muchas generaciones luego de Noé...) (17:17)
(Luego [de la destrucción del pueblo de Noé], hicimos surgir nuevas generaciones.) (23:31)[3]
La primera desviación de la creencia correcta en Allah y el primer Mensajero
Luego de haber sido la humanidad una sola comunidad, y haber creído todos en la unicidad de Allah, surgió la desviación y el extravío. La primera desviación que ocurrió fue el resultado de la veneración exagerada de las personas virtuosas, a quienes elevaron al rango de divinidades.
Fue registrado en Sahîh Al Bujâri que Ibn Yuraiy transmitió de ‘Atâ' que Ibn ‘Abbâs, en su interpretación del siguiente versículo (Y [sus líderes] dijeron: No abandonéis a nuestros ídolos. No abandonéis a Uadd, a Suuâ‘, a Iagûz, a Ia‘ûq y a Nasr.) (71:23),
dijo: ‘Éstos eran nombres de personas virtuosas que pertenecían al pueblo de Noe. Cuando estas personas murieron, Satanás susurró a la gente del pueblo induciéndoles a construir altares de piedra en los lugares donde estos virtuosos solían sentarse y a llamar a estos altares por sus respectivos nombres. La gente así lo hizo, pero no los adoraron. Recién después de que aquellos que habían construido estos altares perecieron, y el conocimiento comenzó a perderse, comenzaron a ser estas piedras objetos de adoración’.[4]
Ésta fue la primera desviación del monoteísmo y la unicidad de Allah en la historia de la humanidad. Allah envió a este pueblo al Profeta y Mensajero Noe , el primero de Sus Mensajeros, en cumplimiento de la promesa que Él le había hecho al padre de humanidad: Adán, de enviar Mensajeros y revelaciones para guiar a la humanidad.
La evidencia más clara de que Noe fue el primer Mensajero enviado por Allah es el Hadîz sobre la intercesión que se encuentra registrado en Sahîh Muslim, y en el que se narra: “Los hombres después de recurrir a Adán se dirigirán a Noe, y entre las palabras que le dirán se encuentran las siguientes: ¡Oh, Noe! Tú eres el primero de los Mensajeros enviados a la Tierra, y Allah te llamó «siervo agradecido»...”[5]
Los siguientes versículos del Libro de Allah nos evidencian claramente que Noe divulgó la unicidad de Allah y el culto sincero. Él dijo a pueblo:
(¡Oh, pueblo mío! Adorad solamente a Allah, pues no existe otra divinidad salvo Él. Por cierto que temo que [si no creéis en Él] os azote un castigo terrible.) (7:59)
(No adoréis sino a Allah, pues temo que os azote el castigo de un día doloroso [el Día del Juicio].) (11:26)
(¡Oh, pueblo mío! Adorad solamente a Allah, pues no existe otra divinidad salvo Él ¿Es que no Le teméis?) (23:23)
Los más débiles y pobres respondieron a su llamado. En cambio, los líderes y los poderosos, quienes se creían inteligentes y listos, se ensoberbecieron negándose a seguir la verdad:
(Los nobles de su pueblo dijeron [con total soberbia]: Nosotros consideramos que estás en un evidente error.) (7:60)
Los nobles referidos en el versículo anterior son los líderes y poderosos. Éstos dijeron:
(No eres más que un mortal como nosotros, y sólo te siguen los pobres y débiles de nuestro pueblo que no piensan...) (11:27) Es decir: te siguen sin recapacitar, analizar ni entender profundamente lo que les dices. Aquello por lo que éstos los descalificaban en realidad era motivo para honrarlos, porque cuando la verdad se manifiesta no necesita ser comprendida sino seguida.
También se sorprendieron que Allah enviara a un hombre como Mensajero, y dijeron:
(No eres mas que un mortal como nosotros...) (11:27)
(Y los nobles que no creyeron de su pueblo dijeron [a los más débiles]: Éste es un mortal como vosotros que sólo pretende poder. Si Allah hubiera querido [que sólo Le adorásemos a Él] habría enviado Ángeles [en lugar de hombres]...) (23:24)
Y le pidieron que rechazara a los pobres y a los débiles que creyeron en él, pero Noe ignoró su demanda:
(No voy a rechazar a los creyentes [como me pedís], ciertamente ellos se encontrarán con su Señor [Quien los recompensará por su fe]; y veo que sois un pueblo de ignorantes.) (11:29)
Y con el transcurso del tiempo la disputa entre Noe y su pueblo se intensificó. Allah dice:
(Por cierto que enviamos a Noé a su pueblo y permaneció entre ellos novecientos cincuenta años...) (29:14)
Entonces Noe imprecó contra su pueblo:
(Noé dijo: ¡Oh, Señor mío! No dejes en la Tierra a ningún incrédulo con vida. Si les dejas, extraviarán a Tus siervos y no engendrarán sino a pecadores e incrédulos.) (71:26-27)
Y Allah los destruyó con el diluvio:
(Y al pueblo de Noé, cuando desmintieron a los Profetas, les ahogamos [aniquilándolos completamente]...) (25:37)
Y salvó a Noe junto con los creyentes por Su misericordia, y la Tierra quedó libre de opresores y sólo la habitaron hombres creyentes en la unicidad de Allah. Cuando éstos se desviaron, Allah nuevamente envió un Mensajero:
(Luego [de la destrucción del pueblo de Noé], hicimos surgir nuevas generaciones y les enviamos un Mensajero de entre ellos...) (23:31-32)
Y les exhortó a creer en la unicidad de Allah:
(Adorad solamente a Allah, pues no existe otra divinidad salvo Él.) (23:32)
Así continuó la misericordia de Allah y Su celo por los descendientes de Adán. Cada vez que ellos se desviaban, Él les enviaba Su guía para sacarlos de las tinieblas a la luz:
(Enviamos sucesivamente Nuestros Mensajeros y todos, al presentarse ante sus pueblos, fueron desmentidos. Por ello les destruimos unos tras otros e hicimos que se convirtieran en historia [para la posteridad]. ¡Qué los incrédulos sean destruidos!) (23:44)
Ésta es la verdadera historia de la humanidad: un largo conflicto entre la verdad y la falsedad, y entre los Mensajeros que trajeron la guía y la verdad y los extraviados que se oponían a la unicidad de Allah, seguían la religión de sus antepasados, y sólo se sometían a sus pasiones y creencias infundadas:
(¿Acaso no os fue relatado lo que les aconteció a vuestros predecesores, al pueblo de Noé, 'Âd, Zamûd, y a todos aquellos que les sucedieron, y que sólo Allah conoce? Cuando sus Mensajeros se presentaron ante ellos, se mordieron los dedos del odio (que sentía por ellos] y les dijeron: Nosotros no creemos en el Mensaje que habéis traído, y por cierto que tenemos una profunda duda sobre aquello a lo que nos convocáis. Sus Mensajeros les respondieron: ¿Acaso tenéis duda acerca de Allah, creador de los cielos y la Tierra? Ciertamente Él os convoca [a Su adoración] para que así os sean perdonados vuestros pecados y se os permita vivir hasta el plazo que se os ha prefijado. Dijeron: Por cierto que sois seres humanos igual que nosotros y sólo queréis apartarnos de lo que adoraron nuestros padres; presentad pues una evidencia [que corrobore lo que decís, si sois veraces]) (14:9-10)
Si reflexionamos sobre la exhortación que los Mensajeros hacían, y que el Sagrado Corán relata, salen a la luz las siguientes verdades:
1. Allah creó al hombre desde un comienzo dotándolo de una constitución íntegra y completa para un propósito determinado que es adorarle, y dispuso en él una naturaleza especial para que pudiera cumplir con ese fin.
2. Le hizo saber al hombre, desde un principio, de la existencia de su Creador, y no dejó que accediera al conocimiento de la existencia de su Señor por medio de la reflexión, la investigación y el razonamiento. Por este motivo envió a numerosos Mensajeros para que transmitieran Su Mensaje a toda la humanidad:
(No hubo ninguna nación a la que no se le haya enviado un amonestador.) (35:24)
Y debido a que los Mensajeros enviados fueron numerosos no conocemos todos sus nombres:
(Por cierto que enviamos otros Mensajeros antes de ti; de algunos de ellos te hemos relatado [su historia], y de otros no...) (40:78)
Una prueba de ello es que el Día del Juicio todos los pueblos que se negaron a creer afirmarán y reconocerán que los Mensajeros que les fueron enviados transmitieron el Mensaje. Allah dice:
(Toda vez que un grupo sea arrojado en él [Infierno], sus [Ángeles] guardianes le preguntarán: ¿Acaso no se les presentó un amonestador? Dirán: Por cierto que sí; se nos presentó un amonestador pero le desmentimos, y le dijimos: Allah no ha revelado nada y no estás sino en un gran error.) (67:8-9)
Esta sucesión de Mensajeros, enviados a lo largo de la historia, es parte de la misericordia de Allah para con Sus siervos. También es el cumplimiento de la promesa que Él hizo a Adán, padre de humanidad, y para que los hombres no puedan presentar ningún argumento en contra de Allah el Día del Juicio Final:
(A éstos Mensajeros les enviamos como albriciadores y amonestadores, para que los hombres no tuvieran argumento alguno ante Allah luego de que se les presentasen...) (4:165)
(No hemos castigado a ningún pueblo sin antes haberles enviado un Mensajero.) (17:15)
3. La misión de todos los Mensajeros es una: transmitir a los hombres la existencia de su Creador y Su unicidad, y enseñarles la manera de rendirle adoración.
4. La religión de todos los Mensajeros es el Islam, y ninguno de ellos trajo otra religión:
(Quien siga una religión diferente al Islam [el sometimiento a Allah] no se le aceptará, y en la otra vida se contará entre los perdedores.) (3:85)
Noe dijo:
(Me ha sido ordenado que me cuente entre quienes se someten a Él.) (10:72)
Allah dice acerca de la Torá:
(De acuerdo a ella, los Profetas que se sometieron a Allah emitían los juicios entre los judíos...) (5:44)
Moisés dijo a su pueblo:
(¡Oh, pueblo mío! Si verdaderamente creéis y os sometéis a Allah encomendaos a Él.) (10:84)
Dijo Abraham cuando Allah le reveló el Islam:
(Me entrego al Señor del universo.) (2:131)
(Y recomendó Abraham lo mismo a sus hijos y Jacob a los suyos diciendo: ¡Oh, hijos míos! Allah os ha elegido esta religión y no muráis sino sometidos a Él.) (2:132)
Y cuando Jacob les preguntó a sus descendientes a quién adorarían tras su muerte, ellos respondieron:
(Adoraremos lo que tú y tus padres: Abraham, Ismael e Isaac adoraban, la Única divinidad y a Él nos someteremos.) (2:133)
La reina de Saba dijo:
(¡Señor mío! He sido injusta conmigo misma, me someto junto con Salomón a Allah Señor del universo.) (27:44)
José solía decir en sus ruegos:
(Hazme morir sometido a Ti, y reúneme [en la otra vida] con los justos.) (12:101)
El Mensajero de Allah dijo: “Los Profetas son hermanos; sus madres son diferentes pero su religión es una”.[6]
Las variaciones que encontramos en las legislaciones de los diferentes Mensajeros no significan que cada uno de ellos tuviera una religión diferente. Allah puede prescribir un precepto determinado por alguna razón, y en otro momento puede prescribir otro diferente por algún otro motivo. Incluso, esto puede ocurrir dentro de una misma legislación. De hecho ocurrió, pues Allah en un principio decretó que los musulmanes para orar se orientaran a Jerusalén, pero luego esto fue abrogado por otro precepto que ordenaba a los musulmanes a orientarse a la Ka‘bah. Es decir, que al principio del Islam los musulmanes se orientaban hacia Jerusalén y luego comenzaron a orientarse hacia Makkah. Lo mismo ocurre con las legislaciones de los Profetas: la última legislación abroga a la anterior. Por este motivo, la legislación que trajo el Profeta Muhammad abroga a todas las anteriores.
5. La evolución de la creencia religiosa a través de los siglos no es la causante de la idolatría, como sostiene Al ‘Aqqâd y algunos occidentales. El motivo que condujo a la idolatría fue la desviación de quienes seguían a los Mensajeros, la mala interpretación de sus Mensajes, y el abandono de la guía traída por ellos.
(Mas quien se aleje de Mi Mensaje llevará una vida mísera...) (20:124)
Además, ellos siguieron sus propias conjeturas y deseos, e ignoraron la verdadera guía:
(Ciertamente [estos idólatras] siguen sólo suposiciones impulsados por sus propias pasiones, a pesar de haberles llegado la guía de su Señor.) (53:23)
(No sigáis las pasiones de quienes se extraviaron anteriormente e hicieron que muchos [también] se extraviaran, y se desviaron del camino recto.) (5:77)
Allah dice acerca de los judíos:
(Y por haber violado su pacto les maldijimos y endurecimos sus corazones. Ellos tergiversan las palabras [de la Torá] y olvidan parte de lo que les fue mencionado [en ella]...) (5:13)
Y dice acerca de los cristianos:
(Y con quienes decían: Somos cristianos, [también] concertamos el pacto, pero olvidaron parte de lo que les fue mencionado [en el Evangelio]. Y [por tal motivo] sembramos entre ellos la enemistad y el odio hasta el Día de la Resurrección...) (5:14)
Explica como éstos se desviaron de la unicidad de Allah y el monoteísmo diciendo:
(Tomaron a sus rabinos y a sus monjes por protectores en lugar de Allah [y llegaron a idolatrarlos], y al Mesías hijo de María [los cristianos le adoraron también]. Y sólo se les había ordenado [en la Torá y el Evangelio] adorar a Allah, la única divinidad. No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él ¡Glorificado sea! ¡Cómo pueden atribuirle copartícipes!) (9:31)
Por este motivo los Mensajeros se desentienden de quienes se desviaron del Mensaje:
(Y cuando dijo Allah: ¡Oh, Jesús hijo de María! ¿Eres tú quien ha dicho a los hombres: Tomadnos a mí y a mi madre como divinidades en vez de Allah? Dijo: ¡Glorificado seas! No me corresponde decir algo sobre lo que no tengo derecho. Si lo hubiera dicho Tú lo sabrías. Tú conoces lo que encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que encierra la tuya. Tú eres Quien conoce lo oculto. No les he dicho sino lo que Tú me has ordenado: Adorad a Allah, mi Señor y el vuestro...) (5:116-117)