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El Verdadero Musulmán Prefiere A Los Demás Por Sobre Sí Mismo

El verdadero musulmán prefiere a los demás por sobre sí mismo, aunque sea pobre, porque el Islam le enseña a sus seguidores a adoptar esta postura. Esta benevolencia es una característica primordial del verdadero musulmán que lo distingue de otras personas. 

Los Ansâr, que Allah se complazca con ellos, fueron los pioneros en esta actitud benevolente después del Profeta (B y P). Un versículo del Corán fue revelado para destacar su desinterés y exponer para siempre su brillante ejemplo a la humanidad. Ellos le dieron la bienvenida y le ofrecieron todo a sus hermanos Muhâyirîn cuando llegaron a Al Madînah sin poseer nada: 

{Quienes estaban establecidos en Medina y aceptaron la fe antes de su llegada, aman a los que emigraron a ellos, no sienten envidia alguna en sus corazones por lo que se les ha dado [del botín] y les prefieren a sí mismos aunque estén en extrema necesidad. Quienes hayan sido preservados de la avaricia serán los triunfadores.} [59:9] 

La vida del Profeta (B y P) abunda con ejemplos de bondad, y él también infundió esta actitud en los corazones de los primeros musulmanes. Sahl Ibn Sa‘d (R) relató: 

Una mujer le trajo una vestimenta tejida (Burdah) al Profeta (B y P), y le dijo: Yo la tejí con mis propias manos para que la puedas usar. El Profeta (B y P) se la aceptó dado que la necesitaba. Luego se presentó ante nosotros llevándola puesta. Una persona le dijo: ¡Qué linda que es! Regálamela. Entonces el Profeta (B y P) que estaba sentado con sus Compañeros se levantó, se la quitó, y se la regaló. Luego la gente empezó a cuestionar a esa persona diciéndole: Tú sabías que el Profeta (B y P) estaba necesitado de esa prenda e igualmente se la pediste porque él no se niega a los pedidos. Pero él les dijo: Yo no se la pedí para usarla. Se la pedí para que sirva de mortaja cuando me muera. Sahl dijo: Y se usó para amortajarlo cuando murió.[1] 

El Profeta (B y P) se sentía feliz cada vez que veía sus enseñanzas de benevolencia reflejadas en las vidas de los musulmanes en épocas de sequía y hambruna. Como lo encontramos en sus palabras: 

"Cuando varios de sus hombres mueren en la batalla, o no tienen suficiente comida para sus niños, los Ash‘ariîn [una tribu] reúnen lo que tienen en una tela y luego la comparten en partes iguales. Ellos son de los míos y yo soy de los de ellos".[2].


[1] Transmitido por Al Bujâri
[2] Transmitido por Al Bujâri y Muslim
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