Evidencias De La Existencia De Un Creador
Las señales de Allâh en el universo sólo se les hacen manifiestas en toda su realidad inspiradora a los corazones que recuerdan y le rinden culto a Allâh, porque todos los velos han sido retirados de estos corazones y los mismos están abiertos a las maravillas del universo. El Corán establece esta conexión entre los corazones humanos y el ritmo de este inmenso y hermoso universo. Esta conexión crea la percepción que descubre el universo nuevamente. Esta percepción y descubrimiento tiene un gran impacto en los corazones humanos y se vuelve algo precioso en las vidas humanas. Esta conexión es establecida por el Corán entre el entendimiento, el aprendizaje y el hombre que aprende y entiende. Es por esto que el Corán afirma que ésos que son guiados por las señales del universo son un cierto tipo de personas:
(En la creación de los cielos y la tierra y en la sucesión de la noche y el día hay signos para los dotados de intelecto.
Aquellos que invocan a Allâh estando de pie, sentados o recostados, y meditan en la creación de los cielos y la tierra, y dicen: ¡Señor nuestro! No has creado todo esto en vano ¡Glorificado seas! Presérvanos del castigo del Fuego.) (Corán 3: 190-191)
Éstas son las personas que se benefician de las señales del universo, porque ellos no se detienen en el límite de las cosas físicas que pueden ver; sino que ven más allá, ven la Mano que está haciendo funcionar al universo y el Poder que lo creó. Ellos usan sus ojos, oídos y mentes de la mejor manera posible en este asunto, y siguen la guía de las aleyas del Corán las cuales ayudan a que los ojos, oídos y mente comprendan de la mejor manera que un hombre puede comprender:
(Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan.
Y entre Sus signos está la creación de los cielos y de la Tierra, la diversidad de vuestras lenguas y de vuestras razas. Por cierto que en esto hay signos para quienes lo comprenden.
Y entre Sus signos está [haberos creado] la noche para que descanséis en ella, y el día para que procuréis Su gracia [el sustento]. Por cierto que en esto hay signos para quienes escuchan.
Y entre Sus signos está hacer que el relámpago sea para vosotros motivo de temor y anhelo [de las lluvias] y hace descender agua del cielo para vivificar con ella la tierra árida. Por cierto que en esto hay signos para quienes razonan) (Corán 30: 21-24)
Así, las señales se hacen claras para aquéllos que reflexionan, escuchan y cuyo entendimiento sigue la dirección correcta que los lleva hacia su objetivo.
Los kuffâr (los incrédulos), por otro lado, observan (sólo) el fenómeno, y sus pensamientos no van más allá de él, hacia el Creador. Ellos no entienden la sabiduría detrás de la creación.
(Sólo conocen [lo aparente] de la vida mundanal, y descuidan la otra vida.) (Corán 30: 7)
Es por esto que no se benefician de las señales universales, pues no las ven a través del lente del Corán:
(Diles: Reflexionad en todo cuanto hay en los cielos y en la tierra; pero [sabe ¡Oh, Muhammad!] que para quienes Allâh decretó la incredulidad no se beneficiarán de los signos ni de los Mensajeros.) (Corán 10: 101)
De aquí que el Corán denuncia a los incrédulos y negadores por no ver y aprender:
(Acaso no reflexionaron en el reino de los cielos y de la tierra y lo que Allâh creó en él, ni tampoco en que el final de sus vidas pudiere estar próximo; y si no creían en este Mensaje en qué otro iban a creer? ) (Corán 7: 185)