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Las Armas Del Creyente En Su Lucha Contra El Demonio: 2) Apegarse Al Corán Y La Sunnah

Las armas del creyente en su lucha contra Shaítán

2) Apegarse al Corán y la Sunnah

El arma más poderosa para defenderse de los demonios es apegarse y aferrarse al Corán y la Sunnah, aprendiéndolos y practicándolos. El Corán y la Sunnah representan el camino recto, y Shaítán se esfuerza por apartarnos de él. Dijo Allah en el Corán:

{Y éste es mi sendero recto, seguidlo pues. Y no sigáis otros caminos, porque si lo hacéis éstos os dividirán y desviarán de Su camino. Esto es lo que os ha ordenado para que Le temáis.} (6: 153)

El Profeta explicó esta Aleya en el siguiente Hadiz. Ibn Mas'úd contó que el profeta dibujó una línea sobre la tierra, y dijo: "Este es el camino recto de Allah". Luego dibujó otras líneas a la derecha y a la izquierda de aquella línea y dijo: "Al inicio de cada uno de estos caminos hay un Shaítán que invita a seguirlo". Y recitó: {Y éste es mi sendero recto, seguidlo pues.}

Seguir y obedecer cuanto ha venido de Allah en la creencia, las acciones, las palabras, la adoración, la legislación y demás asuntos, así como evitar cuanto ha prohibido, protege a la persona de Shaítán. Dijo Allah en el Corán:

{¡Oh, creyentes! Entrad todos en la religión del Islam [sometiéndoos a Allah] y no sigáis los pasos de Satanás; ciertamente él es para vosotros un enemigo manifiesto.} (2: 208)

La palabra árabe As Silm mencionada en esta Aleya alude al Islam, mientras que algunos sabios opinan que significa la obediencia a Allah . El sabio Muqátil dijo: "Se refiere a todos los actos de piedad". Por lo que es una orden que se aplica todos los asuntos del Islam y todos los aspectos de su legislación, según las habilidades de cada uno. Esta Aleya prohibe seguir los pasos de Shaítán. Porque quien acepta completamente el Islam se aleja de los pasos de Iblís. Y quien no sigue las enseñanzas del Islam, está siguiendo, de hecho, los pasos de Shaítán. Por consiguiente, permitir cuanto ha prohibido Allah o prohibir cuanto ha permitido, o alimentarse de comida prohibida (harám) y perjudicial, es, de alguna manera, seguir los pasos de Shaítán.

{¡Oh, humanos! Comed de lo bueno y lícito que hay en la tierra y no sigáis los pasos de Satanás, porque él es para vosotros un enemigo manifiesto.} (2: 168)

Apegarse al Libro de Allah y a la Sunnah, en nuestros dichos y hechos, destierra a Shaítán. Esto lo enfurece enormemente. Abú Hurairah narró que el Profeta dijo: "Cuando el ser humano lee una Aleya que le ordena postrarse y se postra, Shaítán se retira lamentándose: '¡Ay de mi! El ser humano fue ordenado postrarse y lo hizo, y esto le valió el Paraíso. Pero a mí me fue ordenado que me postrara y desobedecí, lo que me valió el Fuego del Infierno".

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