La Verdadera Musulmana Encuentra A Sus Hermanas Con Un Rostro Sonriente
La fiel musulmana es de semblante alegre, siempre saluda a sus hermanas calurosamente y sonriendo, como dijo el Profeta :
"No consideréis como pequeña cualquier buena acción, aunque sólo sea saludar a vuestro hermano con un semblante alegre".22
Tener un rostro alegre y amigable es una buena característica, estimulada y considerada por el Islam como una buena acción que trae recompensa, ya que un rostro alegre refleja un alma pura. Esta pureza interna y externa es uno de los rasgos sobresalientes de la musulmana sincera. Por ello, el Profeta dijo: "Sonreír a vuestro hermano es un acto de caridad (sadaqah)".23
El Profeta era de semblante alegre, siempre saludaba a sus Sahâbah con simpatía y sonreía cada vez que los veía, como lo describió el gran Sahâbi Yarîr Ibn ‘Abdullah:
"Desde el momento en que abracé el Islam, el Mensajero de Allah nunca me abandonó, y siempre me miró con una sonrisa en el rostro".24
El Islam quiere que los lazos de amistad y hermandad permanezcan firmes entre los musulmanes, por eso los alentó a extender el salâm, a ser de semblante alegre y jovial, a hablar dulcemente, y a saludarse el uno al otro con cordialidad, para que los corazones permanecieran puros y abiertos. Y las verdaderas musulmanas siempre están predispuestas a trabajar juntas con amabilidad para realizar buenas obras, y son capaces de llevar a cabo los deberes del Islam, no importa cuánto esfuerzo y sacrificio sea necesario.