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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: El Libro De Las Súplicas

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
 
EL LIBRO DE LAS SÚPLICAS

EL LIBRO DE LAS SÚPLICAS

Dios - alabado sea - dice:
"Y vuestro Señor dijo: '¡Invocadme y os escucharé!’". El Sagrado Corán (40:60)

Y dice también - alabado sea -:
"¡Invocad a vuestro Señor con humildad y discreción! El no ama a los transgresores". El Sagrado Corán (7:55)

Y dice también - alabado sea -:
“Y cuando Mis siervos te pregunten por mí, diles que estoy cerca, y responderé a la plegaria de quien implora cuando Me invoca ". El Sagrado Corán (2:186)

Y dice también - alabado sea -:
“¿Acaso Quien responde al afligido cuando Le invoca, alivia los pesares”. El Sagrado Corán (27:62)

818. Nu’man Ibn Bashir (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) decía: "La súplica es la esencia de la adoración”.

819. Anas (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) principalmente suplicaba:
"¡Dios! Concédenos lo mejor de este mundo y lo mejor del Más Allí, y sálvanos de los tormentos del Fuego del Infierno".

820. Tareq Ibn Achiam (que Dios esté complacido de él) narró que cuando un hombre abrazaba el Islam, el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le enseñaba (en primer lugar) a orar (Salat) y luego le pedía que suplicase con estas palabras:
"¡Oh, Dios! Perdóname y ten piedad de mí; guíame y permíteme gozar de paz y seguridad, y provéeme de sustento".

821. Abdula Ibn Amr Ibn Al 'Aas (que Dios esté complacido de ambos) narró que (en cierta ocasión) el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) suplicó:
"¡Oh, Dios! tú que orientas a los corazones, dirige nuestros corazones hacia Tu obediencia".

822. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: Buscad el refugio de Dios contra ser enjuiciados con severidad, contra la mala fortuna y el mal destino, y contra la humillación infligida por los enemigos.

823. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) suplicaba:
"¡Oh, Señor! Corrígeme mi fe, que es la protección de mis asuntos, y mejora mi vida en este mundo donde tengo mi sustento; y que mi vida en el Más Allí sea recta porque allí es donde moraré eternamente, y haz mi vida larga para acrecentar mi virtud, y convierte mi muerte en un alivio contra todos los males".

824. 'Ali (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le dijo: Recita:
"¡Oh, Dios! Guíame y manténme en el camino de la rectitud".

825. Anas (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) suplicaba:
¡Oh, Dios! Busco en tí refugio contra el desamparo y la apatía, y contra la cobardía, (la desdicha) de la vejez y la miseria; e imploro Tu refugio contra la tortura de la tumba y las pruebas de la vida y de la muerte.

826. Abu Musa (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solía suplicar así:
"¡Oh, Dios! Perdóna mis errores y mis faltas, así como mis excesos, y también aquellas faltas que tú conoces mejor que yo. Tú eres el Primero y tú eres el Ultimo, y tienes poder sobre todas las cosas".

827. A'icha (que Dios esté complacido de ella) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solía suplicar así:
"¡Oh, Dios! Pido Tu protección contra el mal de aquello que hice, y contra el mal de aquello que no hice".

828. Ibn Umar (que Dios esté complacido de ambos) narró que una de las súplicas del Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) era:
"¡Oh, Dios! Imploro Tu refugio contra la declinación de Tus bondades y el cambio de Tu seguridad y lo repentino de Tu ira y de todos Tus enojos".

829. Zaid Ibn Arqam (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solía suplicar:
"¡Oh, Dios! Suplico Tu protección contra el desamparo, la incapacidad y la apatía; contra la miseria y (la tacañería) de la vejez y de la tortura de la tumba. ¡Oh, Dios! Concede piedad a mi alma y purifícala ya que tú eres el mejor para purificarla y tú eres su Guardian y Amo. ¡Oh, Dios! Solicito Tu protección contra un conocimiento inútil, y contra un corazón que no tema (a Dios), contra un alma que nunca quede satisfecha y contra una súplica que no sea atendida.

830. Ibn Abbas (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solía suplicar así:
¡Oh, Dios! A tí me someto, en tí creo, en tí confío, y a tí me encomiendo y me dirijo; con Tu ayuda podré luchar y de tí solicito juicio. Por ello, perdona las faltas que he cometido en el pasado y que pueda cometer en el futuro, y las faltas que cometí ocultamente y las que cometí abiertamente, tú eres Quien adelanta y tú eres Quien relega. No hay ninguna otra divinidad que merezca adoración salvo tú.

831. A'icha (que Dios esté complacido de ella) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solía suplicar con estas palabras:
"¡Oh, Dios! Solicito Tu protección contra el juicio del Infierno y el tormento del Infierno, y de los males de la riqueza y de la pobreza”.

832. Ziad Ibn ‘Ilaqa relataba que su tío Qut’ba Ibn Malik (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solía suplicar:
"¡Oh, Dios! Solicito Tu protección contra los malos modales, las malas acciones y los deseos apasionados.

833. Chakal Ibn Humaid (que Dios esté complacido de él) narró que había solicitado al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) que le enseñase una súplica, él (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le dijo: Di: "¡Oh, Dios! Solicito Tu protección contra el mal de mis oídos, y contra el mal de mis ojos, y contra el mal de mi lengua, y contra el mal de mi corazón, y contra el mal de mis órganos íntimos".

834. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solía suplicar:
"¡Oh, Dios! Solicito Tu protección contra el hambre, que es la peor de las compañías, y solicito Tu protección contra la traición, que en el lecho es lo peor de un consejero".

835. 'Ali (que Dios esté complacido de él) narró que un esclavo que había acordado los términos de su libertad con su amo, llegó ante él y le dijo: No estoy en posición de pagar el importe que acordé por mi libertad, por lo que te pido que me ayudes. 'Ali (que Dios esté complacido de él) le dijo: "¿No debo decirte la súplica que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) me enseño, según la cual Dios te liberará de tu deuda incluso si es pesada como una montaña? Di:
"¡Oh, Dios, haz que tus legítimos (regalos) me sean suficientes para hacerme independiente de lo que es ilegítimo, y que Tu gracia me conceda una suficiencia que me haga independiente de todos, salvo de tú!".

836. Imran Ibn Hussain (que Dios esté complacido de ambos) dijo que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) enseño a su padre Hussain dos frases de súplica, con las cuales solía orar:
"¡Oh, Dios, concédeme la guía, protégeme del mal y del deseo pasional!".

837. Abu Fadl Abbas Ibn Abd Al-Muttalib (que Dios esté complacido de él) narró: (Una vez) pregunté al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él). ¡Oh, Enviado de Dios! Te ruego que me enseñes una súplica a Dios, él (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) me dijo: Pide a Dios seguridad y salud. Abbas (que Dios esté complacido de él) esperé unos días y luego volvií a dirigirme a él (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), y nuevamente le pregunté: ¡Oh, Enviado de Dios! Dime algo que pueda solicitar a Dios, él (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le dijo: Oh Abbas, Oh tío del Enviado de Dios, pide a Dios seguridad y salud en esta vida y en el Más Allí.

838. Anas (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) decía: Recitad con frecuencia:
"Oh, Señor de la Majestuosidad y la Nobleza".

839. Abu Umama (que Dios esté complacido de él) narró: El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solía recitar tantas súplicas que no podíamos retenerlas en nuestra memoria. Por consiguiente, le preguntamos: ¡Oh, Enviado de Dios! Has recitado tantas súplicas que no podemos recordarlas. Entonces él (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: ¿Queréis que os diga algo que incluirá a todas ellas? Decid:
"¡Oh, Dios! Te suplico todas las cosas buenas que Tu Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) te pidió, e imploro Tu protección contra todos los males, contra los que Tu Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solicitó Tu protección. Eres el único Asistente a quien se solicita ayuda, y eres tú quien atiende nuestras oraciones. No existe más fuerza ni poder sino en Dios".

840. Ibn Mas'ud (que Dios esté complacido de él) narró: Una de las súplicas del Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) era:
"¡Oh, Dios! Te solicito todo lo que lleve hacia Tu compasión, Tu perdón y el estar a salvo de todo pecado, y alcanzar toda virtud, y ganar el Paraíso, y salvarnos del Fuego (del Infierno).

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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