EL PASO HACIA EL PARAÍSO: El Trato Cortés Y La Humildad Con Los Creyentes

Dios -alabado sea- dice:
"Y sé benévola con los creyentes que te sieguen.". El Sagrado Corán (26:215)

Y dice también -alabado sea-:
"¡Oh creyentes, que tienen fe! Sí uno de vosotros apóstata de su religión; Dios suscitará, en su lugar, a un pueblo, al cual El amará y del cual será amado. Serán humildes y benévolos para con los creyentes, pero firmes y altivos ante los infieles; lucharán por la causa de Dios sin temor a la censura de nadie.". El Sagrado Corán (5:54)

Y dice también -alabado sea-:
"¡Oh humanos! Os hemos creado de un varón y de una hembra, y os hemos constituido en pueblos y tribus para que os conozcáis unos a otros. Ciertamente, el más honrado de vosotros ante Dios es el más justo y piadoso.". El Sagrado Corán (49:13)

Y dice también -alabado sea-:
"No os adjudiquéis la pureza, pues El conoce, mejor que nadie, quién es el más piadoso.". El Sagrado Corán (53:32)

Y dice también -alabado sea-:
"Y los moradores de los lugares más elevados llamarán al hombre que han reconocido por sus rasgos distintivos. Dirán: "La riqueza que habéis acumulado y vuestra arrogancia no os han servido de nada." "¿Son éstos los hombres por quienes jurasteis que Dios les tenderá Su misericordia?" ¡Entrad en el Paraíso! Nada tendréis que temer ni estaréis afligidos." El Sagrado Corán (7:48-49)

317. Anas (que Dios esté complacido de él) pasó junto a unos niños y los saludó. Y, dijo: Así lo hacía también el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él).

318. Anas (que Dios esté complacido de él) narró: "En alguna que otra ocasión, se acercaba alguna niña de Medina al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y le agarraba de la mano para marcharse con él, con el fin de que le prestara alguna ayuda?".

319. Al Asuad Ibn Yazid narró que A'icha (que Dios esté complacido de ella) fue preguntada: ¿Qué es lo que hacía el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) cuando se encontraba en casa? Respondió: "Estaba siempre al servicio de su familia y, cuando llegaba la hora de la oración, salía para hacerla en la mezquita".

320. Tamim Ibn Usaid (que Dios esté complacido de él) narró: En cierta ocasión, me acerqué hasta el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) cuando se encontraba dando la exhortación del viernes, y le dije: "¡Oh Enviado de Dios! soy un extraño que vine a preguntar acerca de la religión. No sé nada de ella".
Entonces, se aproximó a mí dejando su discurso. Le trajeron una silla y, una vez sentado, comenzó a enseñarme de lo que Dios le había enseñado a él. Después, regresó y completó su exhortación.

321. Anas (que Dios esté complacido de él) narró que cuando el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) terminaba de comer, se chupaba los tres dedos (medio, índice y pulgar). Así mismo, decía: "Si a uno de vosotros se le cae un bocado, que se lo limpie y se lo coma y, que no se lo deje a Satanás".
Y mandó también que se rebañara el plato, diciendo a propósito: "pues, no se sabe en qué parte de vuestra comida se encuentra la bendición".