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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Las Excelencias De Sufrir Hambre. Acerca De La Austeridad, La Subsistencia Con Poca Comida, Bebida, Vestimenta Y Demás Placeres. Abandonar Los Deseos Pasionales

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 52
Las Excelencias De Sufrir Hambre. Acerca De La Austeridad, La Subsistencia Con Poca Comida, Bebida, Vestimenta Y Demás Placeres. Abandonar Los Deseos Pasionales

Dios -alabado sea- dice:
"Les sucedieron generaciones que descuidaron la oración, siguieron sus pasiones y terminaron perdiéndose. Salvo quienes se arrepintieron, creyeron y obraron rectamente. Éstos ingresarán al Paraíso, y no serán oprimidos en nada.". El Sagrado Corán (19: 59-60)

Y dice también -alabado sea-:
"Y se presentó [Qârûn un día] ante su pueblo con todo su lujo, y quienes amaban la vida mundanal exclamaron: ¡Ojalá tuviéramos lo mismo que Qârûn! Realmente que es muy afortunado. Y quienes fueron agraciados con el conocimiento dijeron: ¡Ay de vosotros! La recompensa de Allah para quien crea y obre rectamente será mejor, pero sólo la obtendrán quienes hayan sido perseverantes.". El Sagrado Corán (28: 79-80)

Y dice -alabado sea-:
"Luego, ese día, se os preguntará qué hicisteis con las gracias [que se os concedieron en la vida mundanal]. ". El Sagrado Corán (102:8)

Y dice -alabado sea-:
"Quienes anhelen los placeres transitorios de la vida mundanal sepan que se los concederemos a quienes queramos, pero [por haberse olvidado de la otra vida] les destinaremos el Infierno, donde ingresarán humillados y condenados.". El Sagrado Corán (17:18)

281. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) pasó, en cierta ocasión, por un grupo de personas que se encontraban comiendo un cordero asado. Estos le invitaron a comer, pero él declinó aceptar diciendo: "El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) abandonó esta vida sin saciarse siquiera del pan de maíz".

283. Anas (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nunca comió en una mesa ni probó un pan de buen trigo, y así hasta que murió.

284. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que, en cierta ocasión, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) salió de su casa y se encontró con Abu Bakr y U'mar (que Dios esté complacido de ambos) y, les preguntó: "¿Qué es lo que os hizo salir de vuestras casas a estas horas?.Respondieron: ¡Es el hambre! ¡Oh Enviado de Dios!.
Dijo: "Y, a mí también ¡Por Aquel que tiene mi alma entre Sus manos!. También me ha hecho salir lo que os hizo salir a vosotros dos. Así que venid conmigo".
De este modo, se marcharon juntos hasta la casa de uno de los Ansar, pero éste no se encontraba en casa. Más, cuando la mujer les vio dijo: "¡Que seáis bienvenidos a esta casa!. El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le preguntó: "¿Y, dónde está tu marido?".
Ella respondió: "Fue en busca de agua fresca".
En aquellos momentos, llegó el Ansar y, mirando al Enviado de Dios y a sus dos compañeros, dijo. "¡Alabado sea Dios! No hay nadie que sea tan honrado por sus huéspedes como hoy lo soy". Acto seguido, se marchó y trajo un racimo de dátiles frescos y otros maduros. Y, les dijo: "¡comed!".
Pero, mientras Al Ansar tomaba su cuchillo, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le advirtió: "¡Cuidado con sacrificar una oveja lechera!".
Así que aquel hombre sacrificó un cordero; comieron del cordero cómo de los dátiles y bebieron agua. Cuando se sintieron satisfecho, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo a Abu Bakr y U'mar (que Dios esté complacido de ambos): "¡Por Aquel que tiene mi alma entre Sus manos! que tendréis que rendir cuentas en el Día del Juicio, por estos dones recibidos. Pues, el hambre os hizo salir de vuestras casas, pero no habéis regresado hasta que encontrasteis estas delicias".

284. Abu Musa Al Ach'arí (que Dios esté complacido de él) narró: A'icha (que Dios esté complacido de ella) nos enseñó una túnica y una tela gruesa y, nos dijo: "El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) tan sólo llevaba estas dos piezas cuando le llegó la muerte".

285. Sa'd Ibn Abu Waqq'as (que Dios esté complacido de él) narró: Fui el primer árabe en disparar una flecha por la causa de Dios. A veces, luchábamos al lado del Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) sin disponer de comida salvo las hojas de sarmiento y junco; y ello nos hacía deponer tal como lo hacen las ovejas".

286. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "¡Señor! Haz que el sustento de la familia de Muhammad sea tan solo el que cubra sus necesidades de comer".

287. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró: "He visto a setenta hombres de entre la gente de Al Suffa y, ninguno tenía túnica. Sólo tenían un camisón que, para cubrirse, lo ataban a sus cuellos. De este modo, a unos les alcanzaba hasta la mitad de las piernas y a otros hasta los tobillos. Por ello, tenían que agarrarlas con la mano, pues temían que sus partes pudendas fueran descubiertas".

288. Ibn U'mar (que Dios esté complacido de ambos) narró: Estábamos sentados en compañía del Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) cuando llegó un hombre de los Ansar; nos saludó y dio la vuelta para marchase. El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le llamó: ¡Hermano Ansar! ¿Cómo se encuentra mi hermano Sa'd Ibn U'bada?.
Respondió: Esperando que Dios le devuelva la salud.
Entonces, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nos preguntó:
"¿Quién de vosotros desea visitarlo?". Así que se levantó y nosotros con él. Éramos unos diez y, no disponíamos de sandalias o calcetines de cuero, ni de gorras o camisas. Íbamos caminando por terreno árido y salino, hasta que llegamos a la casa de Sa'd. Entonces sus familiares y allegados se retiraron para que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) pudiera acercarse con los que le habíamos acompañado".

289. Abu Umama (que Dios esté complacido con él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "¡Oh hijo de Adán! Siempre será mejor para ti que ofrecieras lo que exceda de tus necesidades; y, siempre será peor para ti el retenerlo. Pues nunca serás reprochado por tener una riqueza de acuerdo con tus necesidades, y, comienza por gastarle en tu familia".

290. U'baidulah Ibn Mihssan Al Ansari (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Quien de vosotros se despertara gozando de la seguridad, la salud y el sustento para el día, es como si le hubiera otorgado el mundo entero".

291. Abdulah Ibn A'mr Ibn Al A'ass (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Aquel que abrazara el Islam y que su sustento fuera lo que cubriera sus necesidades y, que Dios le hiciera sentirse satisfecho con lo que le haya dado ciertamente habrá alcanzado el éxito”.

292. Fadalah Ibn U'baid Al Ansari (que Dios esté complacido de él) narró que había oído al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) decir: "Bienaventurado sea todo aquel que ha sido guiado al Islam y que la búsqueda de su sustento fuese tan sólo para cubrir sus necesidades y, con ello, se sintiera satisfecho".

293. Ibn A'bbás (que Dios esté complacido de él) narró: A menudo, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) pasaba noches seguidas con el estómago vacío, al tiempo que su familia tampoco tenía nada para cenar. Así mismo, el pan que comían era, generalmente, de cebada."

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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