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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: La Abnegación

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 10
La Abnegación

Dios -alabado sea- dijo:

"En cuanto a los que se esforzaran por Nosotros, ¡Hemos de guiarles por Nuestras sendas! ¡Ciertamente, Dios esté con los bondadosos!". El Sagrado Corán (29:69)  

Y dijo -alabado sea- también:

"Y, adora a tu Señor hasta que te llegue la muerte". El Sagrado Corán (15:99)

Y también -alabado sea- dijo:

"Invoca el nombre de tu Señor y conságrate devotamente a Él". El Sagrado Corán (73:8)

Y -alabado sea- dijo:

"Pues quien haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá". El Sagrado Corán (99:7)

Y dijo también:

"Todo el bien que os anticipéis a vosotros mismos, lo encontraréis junto a Dios, como bien mejor y como recompensa mayor". El Sagrado Corán (73:20)

Y Dios -alabado sea- dijo:

"..Y todo lo que distribuís en riqueza, Dios es perfecto conocedor de ello". El Sagrado Corán (2::273)

70. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios) dijo: "Quien se enemista con uno de Mis siervos más devotos, le aviso con la guerra. Y cuando un siervo mío busca Mi beneplácito, nada me sería tan gozoso como el que cumpla con lo que le haya declarado obligatorio. Mi siervo seguirá buscando Mi beneplácito mediante oraciones opcionales, hasta que le ame. Y, cuando le amo, me convertiré en su oído por el cual oye, y en su vista por la cual ve, y en su mano con la cual actúa y en su pierna por la cual anda. Si algo me pidiera se lo daré, y si en mí busca refugio se lo concederá".

71. Anas (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) transmitió lo que su Señor dijo: "Si un siervo Mío, en busca de Mi beneplácito, se Me aproximara un palmo; Yo Me aproximaré a él un brazo, y si se aproximara a Mí un brazo Me aproximaré a él en dos brazos, y si Me viniera andando, Me iré a su encuentro con paso ligero".

72. Ibn Abbas (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Hay dos bondades que son menospreciadas por mucha gente: la salud y la despreocupación".

73. A'icha (que Dios esté complacido de ella) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) se mantenía despierto en oración, hasta el punto de sufrir llagas en la planta de sus pies. Así que le dije: "¡Oh Enviado de Dios! ¿Por qué lo haces cuando Dios te ha perdonado tus pasadas y futuras faltas?" Dijo: "Aún así ¿Acaso no tendría que ser un siervo agradecido?".

74. A'icha (que Dios esté compla­cido de ella) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) cuando entraban los últimos diez días del mes de Ramadán, se mantenía orando por las noches; así mismo, despertaba a su familia para seguir su ejem­plo, dedicándose a las plegarias con intensidad".

75. Abdulah Ibn Busr Al Aslami (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "El mejor de entre la gente es aquel que tuvo una vida más larga y repleta de buenas obras".

76. U'qba Ibn Amr (que Dios esté complacido de él) narró: Cuando fue revelado el versículo de la caridad, cargábamos, incluso, sobre nuestras espaldas[1]. Ocurrió que un hombre llegó y entregó grandes cantidades, pero alguien comentó: Este, tan solo, quiere figurarle. Y llegó otro entregando un Sa’[2] , y alguien comentó: Dios no necesita el Sa' de éste. Fue entonces cuando se reveló el versículo: "Son aquellos que critican a los creyentes, tanto a quienes ofrecen la caridad espontáneamente como a quienes sólo con un gran esfuerzo, consiguen ofrecerla, burlándose de ellos; Dios se burlará de ellos y tendrán un doloroso castigo".

77. Abu Dhar Yundob Ibn Yunada (que Dios esté complacido de él) transmitió palabras sagradas de su Señor, que dicen: "Oh siervos Míos, he prohibido la injusticia a mí mismo y la declaré prohibida entre vosotros. Así que no cometéis injusticias entre vosotros. ¡Oh siervos Míos! Cada uno de vosotros se encontraría descaminado, excepto aquel a quien le haya guiado. Así que implorad Mi guía y os guiaré. ¡Oh siervos Míos! Cada uno de vosotros se encontraría hambriento, excepto aquel a quien le haya alimentado. Así que imploradme que os alimentara y os alimentaré. ¡Oh siervos Míos! Cada uno de vosotros se encontraría desnudo, excepto aquel a quien le haya vestido. Así que imploradme que os vistiera y os vestiré. ¡Oh siervos Míos! Cometéis las faltas, día y noche. Y yo perdono todos los pecados. Así que imploradme el perdón y os perdonará. ¡Oh siervos Míos! Nunca alcanzaréis perjudicarme como para hacerlo ni el beneficiarme como para hacerlo tampoco. Y, aunque el primero y el último de entre vosotros, humanos o genios, tuvieran el corazón más piadoso de entre vosotros, ello no acrecentaría mi reino en nada.

¡Oh siervos Míos! Aunque el primero y el último de entre vosotros, humanos o genios, se reunieran en un mismo lugar y me pidieran, y que Yo concediera a cada cual su anhelo, ello no menguaría lo que tengo, sino tal como se menguaría el mar al introducirle una aguja.

¡Oh siervos Míos! Son vuestras obras las que computo, que luego os compensaré por ellas. Aquel que encuentre una bondadosa recompensa, que alabe a Dios; Pero, aquel que encuentre lo contrario, entonces que no reproche a nadie sino a sí mismo".


[1] Con el fin de ofrecer algo de caridad
[2] Una peque fía de granos.
Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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