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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Respetar La Dignidad Y Los Derechos De Los Musulmanes Y, Tener Compasión De Ellos

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 24
Respetar La Dignidad Y Los Derechos De Los Musulmanes Y, Tener Compasión De Ellos

Dios -alabado sea- dijo:
"Y quien venera las cuestiones inviolables de Dios, ello será para su bien ante su Señor". El Sagrado Corán (22:30)

Y dijo también -alabado sea-:
"Más, quien honra los ritos sagrados de Dios, estará dando muestras de la piedad que procede de los corazones". El Sagrado Corán (22:32)

Y dijo también -alabado sea-:
"Y cubre a los creyentes con tu benevolencia y misericordia". El Sagrado Corán (15:88)

Y -alabado sea- dijo:
"Quien matara a una persona que no hubiera matado a nadie ni hubiera sembrado la corrupción en la tierra, sería como si hubiera matado a toda la humanidad. Y quien salvara a una persona de la muerte, sería como si hubiera salvado a toda la humanidad". El Sagrado Corán (5:32)

145. Abu Musa (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "El creyente es, para con el otro creyente, como un edificio en donde sus diferentes partes se refuerzan recíprocamente". Al tiempo que hablaba entrelazaba con fuerza los dedos de ambas manos.

146. Abu Musa (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Quien quiera que pasara por nuestras mezquitas o nuestros mercados portando flechas, deberá agarrar sus filos con el puño, en precaución de no lastimar con ellas a un musulmán".

147. Al Nu'man Ibn Bachir (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "El buen ejemplo que los creyentes ofrecen, en relación con su cariño, misericordia y amabilidad recíproca, es como si fueran un solo cuerpo. Cuando un miembro del mismo se encuentra indispuesto, entonces todo el cuerpo muestra su vigilia y fiebre".

148. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que en cierta ocasión, el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) estaba besando a su nieto Al Hasan Ibn Alí mientras que Al Aqra' ibn Habes se encontraba sentado a su lado. Al Aqra' dijo: "Tengo diez hijos y nunca he besado a ninguno de ellos". El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le miró y dijo: "Aquel que no es misericordioso con los demás, no será tratado con misericordia".

149. A'icha (que Dios esté complacido de ella) narró que unos beduinos vinieron a ver al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y le preguntaron: "¿Acaso vosotros besáis a los niños?" Y el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) respondió: ¡sí! Ellos dijeron: "¡Por Dios! pues nosotros nunca les besamos". Y el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "¿Es que se encuentra en mi mano el que Dios haya quitado la misericordia de vuestros corazones?".

150. Yarir Ibn Abdulah (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Aquel que no tiene compasión con la gente, Dios no tendrá compasión de él”.

151. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Si uno de vosotros dirigiera (encabezara) a la gente en oración, debería recortarla (aligerarla), pues entre la gente pueden hallarse débiles, enfermos y ancianos. Pero si uno de vosotros llevara a cabo la oración a solas, podrá prolongarla tanto como él desea”.

152. A'icha (que Dios esté complacido de ella) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) ha prohibido a los musulmanes que prolongaran el ayuno por más de un día, por compasión hacia ellos. Algunos dijeron: "¿Pero, es que tu ayunas continuamente?" y él respondió: "No estoy en la misma situación que vosotros (no soy como vosotros), pues, por la noche, mi Señor me da de comer y beber".

153. Ibn Umar (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Un musulmán es hermano de otro musulmán; nunca es injusto con él, ni se lo entrega al enemigo. Quien acuda en ayuda de un hermano necesitado, Dios acudirá en su ayuda, y quien alivie la angustia de un musulmán, Dios le aliviará, por ello, de una angustia de sus angustias en el Día del Juicio, y quien encubra la falta de un musulmán, Dios encubrirá sus faltas en el Día del Juicio".

154. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "No os envidiéis, ni pujéis al alza para implicar a los demás. No os odiéis, ni os deis la espalda. No rivalicéis, perjudicando unos las ventas de otros.
¡Oh siervo de Dios! Sed como hermanos. El musulmán es hermano del musulmán; no es injusto con él, ni le menosprecia, ni le abandona a su suerte.
La piedad se encuentra aquí mismo -al tiempo que señalaba a su pecho tres veces- ¡Demasiada maldad tendría una persona cuando menosprecia a su hermano musulmán!.
Todo lo que es un musulmán es inviolable, sacrosanto: su sangre, sus bienes y su honor".

155. Anas (que Dios está complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "¡Presta tu apoyo a tu hermano, aunque fuera agresor o fuera objeto de una injusticia!". Un hombre preguntó: "¡Oh Enviado de Dios! yo le prestaría mi apoyo si fuera objeto de una injusticia, pero ¿cómo haría si él fuera el agresor?. Dijo: "Impidiéndole actuar con injusticia. Esto es lo que significa prestarle tu apoyo".

156. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "El musulmán tiene cinco deberes ante los demás musulmanes. Devolver el saludo; visitar al enfermo, acompañar la procesión del funeral, aceptar la invitación y rogar a Dios por uno cuando estornuda".

157. Al Baraá Ibn A'zeb (que Dios esté complacido de él) dijo: El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nos ordenó acerca de siete deberes y nos prohibió otras siete cuestiones. Nos ordenó: visitar al enfermo, seguir la procesión del funeral; rogar a Dios por quien estornuda, cumplir con el juramento, prestar apoyo al oprimido, aceptar la invitación y difundir el saludo. Y nos prohibió: Llevar anillos de oro, beber con vasos de plata, utilizar cojines de seda de color rojo, y vestimos con -Quisi, seda, Istabraq y dibay- (cuatro tipos de tejidos de seda).

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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