Algunos sabios interpretan que proclamar lo que es lícito y lo que es prohibido significa creer con convicción en todo lo lícito y lo prohibido que Allah
ha establecido, y actuar de acuerdo a eso. Fue registrado que un grupo de compañeros del Profeta
entre quienes se encuentran Ibn Mas'ud e Ibn 'Abbás dijeron que la aleya (Aquellos a quienes concedimos el Libro lo leen como corresponde y ponen en práctica sus preceptos; ellos son los que creen en él...) (2: 121) significa: Ellos son lo que respetan sus prescripciones.[2]
Allah
dice: (Por cierto que cambiar los meses sagrados es acrecentar aún más la incredulidad [pues los incrédulos los cambiaban a conveniencia para poder combatir en ellos]. Así se extraviaron los incrédulos, un año lo declaraban [al combate] lícito en determinados meses mientras que en otro no, pero siempre hacían que el número de meses sagrados fuera cuatro para que de esta manera coincidiera con el número de meses que Allah había decretado que fueran sagrados. Por cierto que declararon lícito lo que Allah había vedado...) (9:37) (¡Oh, creyentes! No prohibáis las cosas buenas que Allah os ha permitido, y no transgredáis [la ley]. Allah no ama a los transgresores. Comed de lo lícito y bueno que Allah os ha proveído, y temed a Allah, en Quien vosotros creéis.) (5:87-88)
El hadiz que estamos analizando establece que quien cumpla con las obligaciones prescriptas y se abstenga de lo prohibido entrará al Paraíso. Existen muchos ahadiz al respecto, y entre ellos están los siguientes:
Abú Huraírah
y Abú Sa'id
narraron que el Profeta
dijo: "Las puertas del Paraíso se abrirán para todo aquel musulmán que rece las cinco oraciones obligatorias, ayune durante el mes de Ramadán, pague el zakah y se aparte de los siete pecados más graves, y podrá ingresar por la que quiera". Luego recitó la siguiente aleya: (Si os apartáis de los pecados más graves perdonaremos vuestras faltas y os introduciremos en el Paraíso honrándoos) (4:31)[3]
Los siete pecados más graves son los siguientes:
Atribuir copartícipes a Allah, practicar la hechicería, asesinar a una persona sin justo derecho, lucrar con la usura, apropiarse de los bienes de los huérfanos, escaparse del campo de batalla a la hora del combate y acusar de adulterio a una mujer decente.
Abú Aiiúb
narró que un hombre le dijo al Profeta
: ¡Oh , Mensajero de Allah! Indícame una acción que me haga ingresar al Paraíso. Y el Mensajero de Allah
le respondió: "Adora a Allah sin atribuirle copartícipes, cumple con la oración, paga el zakáh y respeta los lazos de parentesco."[4]
Si bien las acciones mencionadas en estos ahadiz conducen a quien las realiza al Paraíso, incurrir en lo que Allah
ha prohibido puede impedirlo. Así lo indica el siguiente hadiz:
'Amr Ibn Murrah Al Yuhani
narró que un hombre se presentó ante el Profeta
y le dijo: ¡Oh, Mensajero de Allah! Por cierto que yo atestiguo que no existe más divinidad que Allah y que tú eres el Mensajero de Allah, rezo las cinco oraciones obligatorias, pago el zakáh que me corresponde por mis bienes y ayuno durante el mes de Ramadán. Y el Mensajero de Allah
exclamó: "Quien muera en esta situación estará el Día del Juicio junto con los profetas, los veraces y los mártires, siempre que no haya descuidado sus obligaciones para con sus padres"[5]
Existen otros ahadiz del Profeta
que indican que el hecho de cometer pecados graves impide el ingreso al Paraíso. Entre ellos están:
"Quien no respete los lazos de parentesco no entrará al Paraíso."[6]
"Quien tenga el peso de un átomo de arrogancia en su corazón no entrará al Paraíso."[7]
"No entraréis al Paraíso hasta que creáis, y no creeréis hasta que no os améis unos a otros."[8]
Creer en la unicidad de Allah
conduce al Paraíso, como lo mencionan los siguientes ahadiz:
Abú Hurairah
narró que el Mensajero de Allah
dijo: "A quien comparezca ante Allah habiendo atestiguado que no existe más divinidad que Allah y que yo soy el Mensajero de Allah, nada le impedirá ingresar al Paraíso."[9]
Abú Hurairah
narró que el Profeta
le dijo: "Si te encuentras con alguien que atestigua que no hay más divinidad que Allah con convicción, albríciale el Paraíso."[10]
Anas
narró que el Profeta
le dijo a Mu'ádh: "Allah ha decretado que quien atestigüe que no existe más divinidad que Allah y que Muhammad es Su siervo y Mensajero no entrará al Infierno."[11]
Los sabios dicen que la condición fundamental para que la creencia en la unicidad de Allah
conduzca al musulmán al Paraíso es que éste cumpla con las obligaciones prescriptas y se aparte de los pecados graves. Cuando la unicidad de Allah se apodera del corazón, sólo queda en él lugar para el amor y la obediencia a Allah; las pasiones y los susurros de Satanás ya no tienen forma de permanecer allí. Quien ama a Allah
, Le teme y obedece, y es capaz de amar y odiar por Su causa, entonces Allah es su verdadera divinidad. En cambio, quien odia y ama por causa de sus propios caprichos, sus pasiones son su divinidad. Allah
dice: (¿Acaso no reparas [¡Oh, Muhammad!] en aquel que sigue sus pasiones como si fueran una divinidad?...) (45:23) Y quien siga las órdenes de Satanás y desobedezca a Allah, entonces Satanás es su verdadera divinidad. Allah
dice: (¿Acaso no tomasteis un compromiso conmigo ¡Oh, hijos de Adán! De no obedecer y adorar a Satanás, porque él es un enemigo evidente de vosotros?) (36:60)
Todo esto indica que la unicidad de Allah está completa sólo en los corazones donde no persiste el amor por lo que Allah
odia; ni el deseo de lo que Le desagrada. Si algo de esto permanece arraigado en el corazón, entonces la fe en la unicidad de Allah es incompleta, y esto implica una idolatría encubierta.
'A'isha
narró que el Profeta
dijo: "La idolatría es tan imperceptible como una hormiga diminuta sobre una piedra en medio de una noche oscura. El grado más pequeño es amar alguna opresión y odiar alguna justicia, ¿y acaso la religión no implica amor y odio? Allah
dice: (Diles [¡Oh, Muhammad!]: Si verdaderamente amáis a Allah ¡Seguidme! Y Allah os amará y os perdonará los pecados...)" (3:31)[12]
Anas
narró que el Profeta
dijo: "Proclamar la unicidad de Allah protege a los siervos de la ira de Allah, mientras no prefieran la vida mundanal sobre su religión. Si proclaman la unicidad de Allah pero prefieren la vida mundanal sobre su religión, entonces su proclama les será rechazada, y Allah dirá: ¡Sois unos mentirosos!"[13]
De todo lo mencionado anteriormente se deduce que quienes habiendo proclamado la unicidad de Allah entran al Infierno es porque no lo dijeron con sinceridad y convicción, pues este testimonio de fe, si es proclamado con sinceridad, purifica el corazón del creyente librándolo de todo aquello que contamina su fe. Quien proclama la unicidad de Allah con sinceridad ama a Allah
por sobre todo, Le suplica sólo a Él, no le teme a nadie más que a Él y se encomienda en Él únicamente.
Y ciertamente que el fuego del Infierno se extingue con la luz del creyente sincero. El Mensajero de Allah
dijo: "El Infierno le dirá al creyente: ¡Oh, creyente! ¡Basta! Pues tu luz extingue mis llamas. "[14]