EL PASO HACIA EL PARAÍSO: La Generosidad Y El Gastar En Buenas Obras Teniendo Confianza En Dios

Dios -alabado sea- dice:
"Y todo lo que gastáis en el bien, Él lo repondrá." El Sagrado Corán (34:39)

Y dice también -alabado sea-:
"Y lo que gastáis en el bien redundará en vuestro propio beneficio, y no gastáis sino en busca del beneplácito de Dios; pues lo que en el bien gastáis os será restituido con creces y nunca serréis perjudicados." El Sagrado Corán (2:272)

Y dice también -alabado sea-:
"Aquello que gastáis en el bien, Dios lo conoce perfectamente." El Sagrado Corán (2:273)

298. Ibn Mas'ud (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "¿Quién es aquel de entre vosotros que ama los bienes que dejará para el heredero más que a sus propios bienes?".
Respondieron: ¡Oh Enviado de Dios! No hay nadie de nosotros que ame los bienes de un heredero más que a los bienes propios.
Dijo: "Pues, los bienes propios son el anticipo y, los que dejará al heredero es aplazado (en cuanto a gastarlos correctamente).

299. Abdulah Ibn A'mr Ibn Al A'ass (que Dios esté complacido de ambos) narró que un hombre le preguntó al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): "¿Cuál es la mejor cualidad de un musulmán?.
Respondió: ¡Ofrecer de comer y saludar, tanto a quien conoces como a quien no conoces!.

300. Abdulah Ibn A'mr Ibn Al A'ass (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: De entre cuarenta obras de bien, la mejor es la de prestar uno su propia cabra para que el necesitado bebiera su leche. Pero siempre que uno hace, cualquiera de estas obras, buscando con ello la recompensa de Dios y con fe en su promesa, Dios le hará entrar en el paraíso".

301. Abu Umama (que Dios esté complacido con él) narró que el En­viado de Dios (la paz y las bendi­ciones de Dios sean con él) dijo: "¡Oh hijo de Adán! Siempre será mejor para ti que ofrecieras lo que exceda de tus necesidades; y, siem­pre será peor para ti el retenerlo. Pues nunca serás reprochado por tener una riqueza de acuerdo con tus necesidades, y, comienza por gastarle en tu familia".

302. U'mar (que Dios esté complacido de él) narró que, en cierta ocasión, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) distribuyó una caridad recibida. Entonces, le pregunté: ¡Oh Enviado de Dios! ¿Acaso, los que han recibido esta caridad la merecían más que otros?.
Me respondió: "Pues, éstos se diri­gieron a mí dejándome dos alterna­tivas: Que me lo pidieran con tanta insistencia hasta que les diera o que me llamaran tacaño, cuando no soy ningún tacaño".

303. Asmá, hija de Abu Bakr, el Veraz (que Dios esté complacido de ambos) narró: El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) me dijo: "No ahorres tanto que niegues a los demás de lo que tienes. Pues si lo haces, Dios lo quitará de ti".