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El Machismo Y El Mundo Musulmán

Muchas personas perciben al Islam como una religión machista que subestima a las mujeres. Se suele mencionar la situación de las mujeres en ciertos países mu­sulmanes para probar esa afirmación[1]. El error está en que no separan la cultura de un pueblo de las verdaderas enseñanzas de la religión que puedan profesar. Es impre­sionante hoy día la opresión que existe sobre las mujeres en muchas culturas del mundo. Algunas mujeres en países del Tercer Mundo llevan vidas horrendas. Son dominadas por los hombres y se les niegan derechos humanos básicos. Esto no se aplica solo a países musulmanes, ni tampoco a todos los países musulmanes. El Islam condena ese tipo de opresión. Es una trágica injusticia culpar a esas prácticas culturales cuando las enseñanzas de la religión no convocan a tener ese tipo de comportamiento. Las enseñanzas del Is­lam prohíben la opresión de las mujeres y dejan bien claro que tanto hombres como mujeres deben ser respetados por igual.

Lamentablemente, se suele asociar erróneamente con el Is­lam a las prácticas de opresión contra las mujeres que existen en ciertas partes del mundo. Una de esas prácticas es la antigua costumbre pagana de mutilar los genitales femeni­nos, llamada a veces circuncisión femenina, que se originó y se sigue practicando en el valle del Nilo y sus zonas de in­fluencia. La practican una serie de grupos étnicos de diver­sos credos en todo el continente africano, especialmente en el NE de África. Muchas mujeres africanas son víctimas de esta horrenda, mutiladora y barbárica costumbre.

La mutilación de los genitales femeninos es una abominación y está absolutamente prohibida en el Islam. Es lamentable que, a pesar de que el Islam lo prohíbe, ciertos grupos étnicos hayan perpetuado esta práctica aún después de haber aceptado al Islam, logrando así que muchas perso­nas piensen que se trata de una parte del Islam. Hoy día, a medida que esas personas van adquiriendo una mejor comprensión del Islam, están abandonando esa cruel costumbre pagana. En Kenia, por ejemplo, el único grupo que no practica la mutilación de los genitales femeninos son los musulmanes.

Sin embargo, la circuncisión masculina es una práctica cla­ramente islámica y de hecho así lo enseñaban los Profetas y Mensajeros de Dios, entre ellos el Profeta Abraham, No deben confundirse el acto prohibido de mutilar los genitales femeninos con la circuncisión masculina, la cual se recomienda.

Otra práctica abominable es la de ‘matar por honor’, que consiste en un hombre que mata a una mujer de su familia porque se siente humillado por el comportamiento de ésta.

Esa conducta, si bien es muy poco frecuente, es practicada por ciertos grupos de personas en la India, el Medio Oriente y otros lugares. En el Islam, se considera un asesinato. No está permitido que ninguna persona mate a otra por una cuestión de ‘honor’. Bajo ningún punto de vista se trata de algo exclusivo a los musulmanes y países islámicos, y es una violación tajante a la ley islámica. El racismo, sexismo y todas las formas de fanatismo o prejuicio también están prohibidos en el Islam.

Lamentablemente, el matrimonio forzado se practica en al­gunas sociedades tradicionales. Es otra práctica prohibida en el Islam. Algunos padres obligaban a sus hijas a casarse en los tiempos del Profeta Muhammad (La paz y las bendiciones de Dios sean con el). Cuando las mu­jeres se quejaban de esto ante el Profeta, él anulaba esos ma­trimonios y les daba la opción de finalizar ese vínculo aún si ya había sido consumado, dejando un claro precedente para la ley islámica con respecto a la libertad de elección sobre el matrimonio y para terminar con esa práctica opresiva. Pero esa costumbre sigue llevándose a cabo en algunas partes del mundo actualmente, entre ellas ciertos países 'islámicos'. Si bien esta práctica es ilegal en la mayoría de los países, mu­chas mujeres que viven en sociedades tradicionales no co­nocen sus derechos o tienen miedo de exigirlos.

Todas estas prácticas van en contra de la ley islámica, y es responsabilidad de todos los musulmanes erradicarlas en sus sociedades. Sí, el Islam tolera la diversidad cultural y no cree en erradicar las formas de vida de los distintos pueblos, ni tampoco obliga a las personas a abandonar su identidad cultural al adoptar el Islam. No obstante, cuando las prácticas culturales de un pueblo van en contra de las leyes del Islam o privan a las personas de los derechos inaliena­bles otorgados por Dios y de la libertad de elección, enton­ces es obligación religiosa abandonar esas prácticas. 


[1] Lamentablemente, un país 'musulmán' no necesariamente significa que el gobierno o el pueblo de ese país siga la ley islámica (Sharí'a).

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