EL PASO HACIA EL PARAÍSO: El Libro De Invocar La Bendición Para El Enviado De Dios

EL LIBRO DE INVOCAR LA BENDICIÓN PARA EL ENVIADO DE DIOS
(La Paz Y Las Bendiciones De Dios Sean Con El)

Dios - alabado sea - dice:
“Ciertamente Allah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pedid bendiciones y paz por él.”. El Sagrado Corán (33:56)

770. Abdula Ibn Amr Ibn Al 'Aas (que Dios esté complacido de ambos) narró que oyó decir al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): A la persona que pida bendiciones por mí (recite el Salat) una vez, Dios le enviará mercedes multiplicadas por diez.

771. Abdula Ibn Mas'ud (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: El Día del Juicio, el más cercano a mí será la persona que entre vosotros invoque más las bendiciones de Dios (Salat) por mí.

772. Aus Ibn Aus (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "El Viernes es el mejor de vuestros días. Por consiguiente, ese día implorad el Salat (invocaciones de las bendiciones y mercedes de Dios) por mí, porque vuestro Salat me será transmitido. Los compañeros preguntaron: Oh, Enviado de Dios, ¿cómo os será transmitida nuestra invocación (conteniendo el Salat; si estaréis sepultado en la tierra, descansando (en ella), él (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) respondió: Dios ha prohibido que la tierra (dañe) los cuerpos de los profetas.

773. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: No hagás de mi tumba un lugar de festividades y de jolgorio, (sino) invocad bendiciones para mí (recitando Salat) porque vuestras bendiciones (Salat) llegarán a mí, dondequiera que estéis.

774. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: Cuando alguno me envía Salam (invoque bendiciones y paz por mí), Dios me devuelve el alma, hasta que yo responda a su invocación.

775. Ali (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: Miserable es aquella persona que no invoca bendiciones sobre mí (recitando el Salat) cuando mi nombre es llevado ante su presencia.

776. Fadala Ibn Ubaid (que Dios esté complacido de él) narró: El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) oyó una persona suplicar en su Salat (oración) sin ensalzar a Dios, el Ensalzado, y sin invocar las mercedes y bendiciones de Dios (recitar el Salat) sobre el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él). El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) observó: Esa persona ha cometido pecado de precipitación. El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le dijo entonces a él, o a cualquier otro, que "cuando alguno de vosotros practique la oración, debe comenzarla con la alabanza de su Señor, el Glorioso, y alabarlo, a continuación invocar las mercedes y bendiciones de Dios (recitar el Salat) sobre el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), y seguidamente suplicar lo que desee.

777. Abu Muhammad Ka'b Ibn 'Ujra (que Dios esté complacido de él) ha dicho: (En una ocasión) el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nos visitó, y le dijimos: Oh, Enviado de Dios, ahora que hemos comprendido cómo invocar que la paz sea contigo, dinos ahora cómo debemos invocar que las bendiciones de Dios sean contigo, él (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo las siguientes palabras:
Oh, Dios, envía Tus bendiciones y la paz a Muharamad como enviaste tus bendiciones al Profeta Abraham y a sus familiares, tú eres por cierto digno de alabanza. Oh, Dios, bendice a Muhammad y a los hijos de Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) como bendijiste a los hijos de Abraham porque sin duda eres el Loable, el Glorioso.

778. Abu Mas'ud Al Badri (que Dios esté complacido de él) marró: "En una ocasión, estábamos sentados con Sa’d Ibn 'Ubada, cuando el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) se acercó a nosotros. Bashir lbn Sa’d (que Dios esté complacido de él) le preguntó: "¡Oh, Enviado de Dios! Dios nos ha ordenado que imploremos bendiciones para tí; ¿cómo habríamos de hacerlo?". El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) guardó silencio durante un momento, y por ello los presentes deseamos que no hubiese formulado la pregunta. Trancurrido un tiempo, el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Recitad estas palabras:
"¡Oh, Dios, bendice a Muhammad y a los familiares de Muhammad como bendijiste a Abraham, y bendice a Muhammad y a los familiares de Muhammad como bendijiste a Abraham. Eres por cierto digno de todas las alabanzas, eres el más Glorioso".
Continuando, el Profeta añadió: "Y ya conocéis el saludo final".