La Esposa Musulmana Ideal
Basándose en las enseñanzas islámicas sobre el matrimonio y en la mujer, el musulmán no se ve atraído por la actitud frívola demostrada hoy en día por algunas mujeres. Más bien, él prefiere una musulmana con una personalidad legítima, y toma su tiempo para escoger a su compañera para toda la vida, buscando la que tenga características islámicas correctas que contribuirán a una vida conyugal estable y feliz. Por consiguiente él no está interesado en la belleza física superficial, y en la elegancia que son la única preocupación de los jóvenes frívolos. Aunque no ignora el aspecto físico, también busca la religiosidad, la inteligencia, y el buen comportamiento, siguiendo el consejo del Profeta (r):
"Una mujer puede elegirse para el matrimonio por cuatro características: Su riqueza, su linaje, su belleza o su religión. Escoged la religiosa, pues estaréis más seguros de tener un matrimonio estable".[1]
Aunque el Profeta (r) aconsejó al joven musulmán buscar una esposa religiosa, esto no significa que él debe ignorar su belleza física. El Profeta (r) pidió que la mujer sea vista antes de contraer matrimonio, para que el musulmán no se encuentre casado con una mujer que considera poco atractiva.
Al Mugîrah Ibn Shu‘bah dijo:
Cuando me comprometí con una mujer en la época del Profeta (r), él me preguntó: "¿La has visto?" Yo le contesté: No. Entonces me dijo: "Ve y mírala, pues es mejor que haya amor y afinidad entre ambos".[2]
Un hombre que se había comprometido con una mujer de los Ansâr fue a ver al Profeta (r), quién le preguntó: "¿La has visto?" Y él respondió: No. Entonces el Profeta (r) le ordenó que vaya a verla.[3]
El Profeta (r) enfatizó esto en más de un Ĥadîz, de hecho la belleza es una de las características básicas que un hombre busca en una mujer, además de la moral, característica que también es deseable. Las dos son inseparables. Él (r) le dijo a Ibn ‘Abbâs:
"¿Quieres que te diga lo más precioso que un hombre puede tener? Una esposa virtuosa. Cuando él la mira se complace, cuando le pide que haga algo ella le obedece, y cuando él está ausente ella le es leal".[4]
Abû Hurairah (t) dijo:
El Profeta (r) fue preguntado: ¿Cuál es la mejor mujer? Él dijo: "Aquella que cuando él la mira se complace, cuando le pide que haga algo ella le obedece, y nunca hace algo que él deteste con respecto a ella o a sus bienes".[5]
Éstas son las características dadas por el Profeta (r) con respecto a la personalidad de la mujer con la cual se puede tener felicidad, tranquilidad y estabilidad, y con la cual constituir un hogar agradable y seguro para poder criar hijos valerosos, inteligentes y piadosos. El Profeta (r) insistió en que el matrimonio sea edificado sobre sólidas bases, con un equilibrio en lo físico, mental, espiritual y emocional, evitando conflictos y diferencias. Por consiguiente el verdadero musulmán que se basa en la Sharî‘ah de Allah en todos sus asuntos, no cae en la seducción de la bella mujer de perverso carácter; más bien advierte a los demás hombres sobre ella.