El Verdadero Musulmán No Estafa, No Engaña Ni Traiciona
El verdadero musulmán que ha logrado este estado no estafa, no engaña, ni calumnia a nadie a sus espaldas, porque los requisitos de la veracidad son la sinceridad, la pureza, la bondad y la lealtad. Esto no deja ningún lugar para estafar, decepcionar, o traicionar.
El musulmán sincero y sensible no tolera la estafa, de hecho le tiene una aversión total, porque es consciente que realizar esta mala acción lo alejará del Islam. El Profeta (B y P) declaró en un Ĥadîz narrado por Muslim:
"Quien levante las armas contra nosotros no es de los nuestros, y quien nos estafe tampoco".
En otro relato también narrado por Muslim, el Profeta (B y P) pasó por un lugar donde se vendía granos (en el mercado), introdujo su mano y sintió humedad (y en la superficie estaba seco), entonces dijo: "¡Oh, dueño de estos granos! ¿Qué es esto?" El hombre dijo: Se dañó por la lluvia ¡Oh, Mensajero de Allah! Y el Profeta (B y P) dijo: "Pero tú no pusiste los granos dañados por la lluvia arriba para que las personas puedan verla. Quien nos engaña no es de los nuestros".
La comunidad de los musulmanes es una sociedad edificada con amor y sinceridad cuyos miembros individuales están dotados de piedad, sinceridad y fidelidad. No hay ningún espacio en esta comunidad para los estafadores, embaucadores, y traidores.
El Profeta (B y P) condenó severamente a los estafadores y traidores, sin ser suficiente con el hecho de denunciarlos y excluirlos de la comunidad musulmana en este mundo; también anunció que en el Día de la Resurrección, cada traidor se levantará sosteniendo el estandarte de la traición, y un pregonero clamará en el inmenso lugar del enjuiciamiento, señalándolo.
"Cada traidor tendrá un estandarte en el Día de la Resurrección, y se le dirá: Éste es el estafador que traicionó a fulano".[1]
Que considerable será la vergüenza de los traidores que pensaron que de su traición se olvidaría después de mucho tiempo; y así estará, visto por todos sosteniendo el estandarte de la traición con sus propias manos.
El Día del Juicio su vergüenza aumentará cuando vean al Profeta (B y P) con la esperanza de verse favorecidos con su intercesión en ese día tan terrible, y se den cuenta que él estará en contra ellos porque han cometido el crimen de traicionar que los priva de la misericordia de Allah y de su intercesión (B y P):
"Hay tres hombres a quienes yo me opondré en el Día de la Resurrección: Uno dio su palabra y luego traicionó, otro que vendió a una persona libre como si fuese un esclavo y se guardó el dinero, y el tercero uno que contrató a alguien, se benefició de su labor y no le pagó su remuneración".[2]
El musulmán que tiene verdaderos sentimientos islámicos evita el engaño, la estafa, y las mentiras sin importarle los beneficios o ganancias que tales pecados podrían traerle, porque el Islam considera a aquellos que son culpables de tales hechos como hipócritas. Y los hipócritas estarán en el nivel más bajo del Infierno, y nadie podrá ayudarlos el Día del Juicio:
{Los hipócritas estarán en lugar más profundo del Fuego y no encontrarás para ellos socorredor alguno.} [4:45]
El Profeta (B y P) dijo:
"Hay cuatro características que quienquiera que las posea todas será un verdadero hipócrita, y quienquiera que tenga una de ellas tendrá una de las cualidades de un hipócrita hasta que la abandone: Cuando se le confía algo traiciona; cuando habla dice mentiras; cuando hace una promesa no la cumple; y cuando discute acude a las calumnias".[3].